“A fuerza de villano, hierro en mano”.
ANÓNIMO
La proclividad pendenciera del Presidente ha metido al país en un tobogán de reyertas entre dos bandos que no existían. Su hipertimesia provoca una incesante búsqueda en el basurero de la historia para redimir sus incapacidades, a una costosa y peligrosa persecución de los jinetes del Apocalipsis en los que estamos pagando justos por pecadores, y su obsesión anti natura por invertir las manecillas del reloj, pretendiendo devolver al México de la yunta y el trapiche, por un anclaje demencial de lo que un día fueron los usos, las costumbres y la escasa ciencia y tecnología. Esas alucinaciones, socavan un México aún soñoliento por el impacto económico y de salud derivado de la pandemia del Covid.
Su más reciente imposición al más puro estilo autócrata, lo llevó a la ampliación de dos años en la presidencia de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) del Ministro Arturo Zaldívar Lelo de Larrea. De momento ganó el debate en el Senado y en la cámara de Diputados, pero viene la acción de inconstitucionalidad que presentará la oposición, en la que será la misma SCJN (se tiene que abstener de votar el Presidente beneficiado) la que determine la viabilidad de la carambola de tres bandas, jugada de acuerdo a diversos analistas políticos y comentócratas, la más relevante y trascendente de su sexenio: La primera carambola fue para operar la llegada de nuevos jueces “ad hoc” a la mal llamada “Cuarta Transformación”, la segunda consistió en limpiar judicaturas de jueces que se han mostrado “hostiles” al movimiento y, la tercera, y más importante, se enfoca en observar la simplicidad de modificar con un artículo transitorio una Ley secundaria para ampliar períodos definidos, como es el caso de la presidencia de la república de seis años. Léase prorrogar el mandato de López Obrador, tal vez con la intención de “consolidar su Cuarta Transformación”.
Junto con pegado están los primeros amparos en contra de la obligación impuesta para la adquisición de una línea telefónica celular, que ahora incluye elementos biométricos (huella, o iris, o reconocimiento facial o voz), además de manifestar la nacionalidad, Clave Única de Registro de Población (CURP), domicilio del adquiriente y compañía que presta el servicio, bajo el manido argumento de seguridad. Para los que ya tenemos línea, en dos años debemos acatar la ordenanza. De acuerdo al “Digital 2021 Global Overview Report” recientemente publicado por “We are Social y Hootsuite”, en México existen 115.4 millones de conexiones celulares. Es decir, el 89.1% de la población estaremos “fichados” por el Estado, lo que se traduce en una medida atentatoria de los más elementales derechos humanos, pues sólo 17 países del mundo lo realizan, y se trata de Gobiernos totalitarios con reducidas libertades para sus ciudadanos, como Venezuela, Tanzania o Afganistán.
Otro fierro calientito en la hoguera sexenal lo colocó, en los primeros días de marzo, cuando surgieron los primeros amparos en contra de la Ley de la Industria Eléctrica, tramitada como iniciativa preferente del presidente Andrés Manuel López Obrador, por lo que no se le realizaron modificaciones ni en la Cámara de Diputados ni en la de Senadores. La ley favorece la generación de energía a través de la CFE, en detrimento de las empresas privadas, con deterioro del medio ambiente, porque generará energía con combustibles fósiles altamente contaminantes, como el diesel con azufre y el carbón mineral. Mientras que, por otro lado, las compañías que generan energías limpias mediante paneles solares (sol) y aerogeneradores (viento) dejarán de surtir su energía a la paraestatal. La anodina medida es de un supino retroceso, porque desdeña la fuente de generación de energía infinita, barata y limpia, mientras que desaprovechamos el potencial instalado por el sector privado, que debió convertirlo en aliado, no en enemigo. De acuerdo a los datos publicados por la Semarnat (Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales) la CFE tiene sólo dos plantas de generación solar, mientras que los privados 16; Eólicas la CFE tiene tres, los privados 38, luego entonces existe un potencial de generación limpia e infinita que serán canceladas por la visión arcaica, miope y retrograda del Presidente.
El Tren Maya (cuyo costo al día de hoy será de 322 mil millones de pesos) es otro fierro en la lumbre de López Obrador, ya que ni los propios habitantes de la zona están de acuerdo con la destrucción de tan importante ecosistema que será irremediablemente arrasado: Primero con las obras y después con la penetración del hombre en las zonas hoy reservadas para la conservación del hábitat. De momento, amparos interpuestos por los vecinos han impedido la construcción de los tramos localizados en los municipios de Chocholá, Mérida e Izamal, en Yucatán. Tan inverosímil es la justificación de abrir la selva en dos, que se contrapone a la petición que hiciera López Obrador al presidente Norteamericano Joe Biden, en la cumbre de “Líderes sobre el Clima”, consistente en el financiamiento del “plan sembrando vida” (reforestación).
A los fierros en la lumbre súmele la cancelación de las estancias infantiles, de los recursos para los albergues de mujeres maltratadas, la cancelación de las compras de medicamentos en tiempo y forma, que generó la carencia reiterada de medicamentos para los niños enfermos de cáncer, de sida y VIH, la cancelación del Seguro Popular por un sistema de salud inexistente (Insabi), la cancelación del aeropuerto de Texcoco que se traducirá en el Fobaproa de AMLO, porque costará 332 mil millones de pesos el capricho, a ellos súmele la construcción del aeropuerto de Santa Lucia, el cual tendrá un costo superior a los 82 mil millones de pesos, la estéril construcción de la refinería de Dos Bocas, cuyo costo será de 178 mil millones de pesos, la militarización del país con la Guardia Nacional, que ya suma 424 quejas en su contra por violación a los derechos humanos, la laxitud para enfrentar a las bandas del crimen organizado mediante abrazos no balazos, cuya cifra de homicidios dolosos es de 81 mil 700, la cancelación de la Reforma Educativa, el innecesario conflicto con España porque no se han disculpado por la Conquista y de pilón con el Vaticano.
En fin, López Obrador tiene muchos fierros en la lumbre en tan poco tiempo de Gobierno. Esos fierros pueden quemar al “pueblo bueno y sabio”.