CIUDAD DE MÉXICO, agosto 17 (EL UNIVERSAL).-
David Ostrosky era de padre ruso y madre polaca, que llegaron a México por cuestiones políticas. Él nació en México y siempre dijo que era chilango a mucha honra, siendo el menor de cuatro hermanos.
Por esa misma multiculturalidad, su infancia no fue fácil. Primero porque perdió a sus padres muy joven y luego por no hallarse a sí mismo. Era mal estudiante, pero por alguna razón que él decía era ayuda de los maestros, lograba pasar.
Ya en la adolescencia, cuando llegó al Centro Universitario de Teatro, se dio cuenta que era su sitio. Eso sí, confesó en la emisión «En Casa de Mara», con Mara Patricia Castañeda, él no deseaba ser actor porque eso era desinhibirse y a él le gustaba la privacidad
«Dirigía y me salían bien las cosas. Un día se me fue un actor porque le llamé la atención de una manera fuerte y le dije al asistente, ‘déjalo, mañana vendrá el ensayo’ y no llegó. A los dos días llegué y dije a la compañía que íbamos a cancelar y una actriz dijo que yo me sabía el papel», recordó.
El resto es historia. Desde 1984 ingresó al mundo audiovisual con la telenovela «Principessa» al lado de Irán Eory. Y contabilizó 80 producciones para la pantalla chica, como «La antorcha encendida» y «¡Vivan los niños!», así como largometrajes de la talla de «Como agua para chocolate» y «La casa de las flores».
Al principió llegó a confesar, se creyó que era el «niño bonito» de la pantalla y le hizo daño.
«La fama que da la tv es engañosa, la gente te quiere preguntar y dice qué bonito, pero la soberbia es mala consejera, la estética es relativa y hubo en algún momento que si me la creí.
«Un día me senté a ver cuántos productores me llamaban y no, comencé a ver que otros actores eran llamados y yo no. Fue cuando dije: ‘yo no quiero ser un actor bonito, sino ser un personaje'», reveló a Castañeda.
Ostrosky fue el doctor Jaramillo en «Sin miedo a la verdad»; diversos personajes en «Como dice el dicho»; un divertido hombre en «Morirse está en hebreo» o un buen joven en «Amy, la niña de la mochila azul».
Hace casi un año, luego de un dolor que sentía en el brazo, por vez primera no acudió a trabajar, interrumpiendo así más de tres décadas de pisar un set.
Formaba parte de «Vencer la ausencia» cuando un día no pudo moverse. Le llamó a la productora Rosy Ocampo y le pidió disculparlo. Los doctores iniciales le dijeron que era un problema del cuello, hasta que uno lo envió a una resonancia. Ahí le fue detectado un tumor.
«Agradezco a la vida que fue ahí y no en un órgano que afecte», dijo en su momento a Televisa Espectáculos, negando que hubiese amputación como medios amarillistas habían asegurado.
Este jueves, a los 66 años de edad, David falleció por causas aún no reveladas.