Berlín, 14 may (EFE).- El escritor, periodista y dramaturgo Rolf Hochhuth, una de las figuras claves del teatro alemán de la postguerra, falleció en su casa en Berlín a los 89 años de edad, informaron fuentes de su editorial.
La fama de Hochhuth, que fue importante en desarrollar lo que se ha llamado el «teatro documental», se debe en buena parte a su obra «Der Stellvertreter» (El vicario), estrenada en 1963, en la que se confronta con el papel que desempeñaron El Vaticano y el papa Pio XII durante los años del nacionalsocialismo.
En la obra, Pio XII aparece casi como cómplice de los nazis al haber guardado silencio ante el Holocausto, lo que generó fuertes debates justo en una época en la que se agudizaba la confrontación con el pasado nacionalsocialista en Alemania.
Hochhuth, nacido en 1931 en Eschwege (centro de Alemania), se formó como librero, trabajó posteriormente en el sector editorial y fue responsable de una edición especial de la obra del caricaturista y escritor Wilhelm Busch con motivo de los 50 años de la muerte de este último.
Su editorial lo recompensó entonces con tres meses de vacaciones que pasó en Roma, donde surgió el tema de «El vicario».
Posteriormente Hochhuth intervino reiteradamente en política a través de sus obras dramáticas y de sus ensayos y artículos, y un texto suyo contribuyó a que el entonces primer ministro del estado federado de Baden Württenberg (suroeste de Alemania), Hans Filbinger, tuviera que dimitir por su papel durante la época nazi.
Filbinger, como juez de la Marina había firmado sentencias de muerte durante la época nazi y Hochhuth se refirió a él como «jurista nefasto».
Hochhuth sostuvo en su artículo que si Filbiger no había sido apresado tras la guerra era solo por el silencio cómplice de aquellos que lo conocían.
En 2004 fue objeto de ataques por su obra «Mc Kinsey» por la que muchos lo acusaron de llamar al asesinato del entonces presidente del Deutsche Bank, Josef Ackermann.
Durante la crisis del euro, Hochhuth se sumó a los euroescépticos y pidió el regreso de Alemania al marco alemán con textos que generaron polémica por ejemplo al decir que el mundo sabía «desde los tiempos de Ulises, que los griegos son los embaucadores más importantes».
«¿Por qué tenemos que financiar la quiebra y la estafa de los griegos?», se preguntó en un artículo Hochhuth.
En 2012 abandonó la Academia de las Artes como protesta por un poema contra Israel de Günter Grass y con el argumento de que se negaba a «estar sentado entre antisemitas».