Las muertes por accidentes y por causas naturales le están dando “vida artificial” a las funerarias, pues tras los estragos provocados por la pandemia del Covid-19 la venta de servicios funerarios cayó de manera abrupta, y a eso se le suma el hecho de que también ha habido pocos suicidios en esta temporada, reportaron empresarios del sector.
“En otros años para esta temporada de invierno se disparaban de manera importante las muertes por suicidios y eso hacía que las funerarias tuvieran demanda de servicios, pero ahora resultan ser contados los decesos por esta causa y los pocos servicios que se han vendido corresponden a los muertos de los accidentes de tránsito o en carretera, explicaron.
Dueños y empleados de agencias fúnebres coincidieron en señalar que la venta de servicios por las muertes de choques y volcaduras es lo que ha mantenido a flote la actividad de las funerarias junto con los fallecimientos por causas naturales que se dan en los hospitales, pues “la verdad se esperaba que hubiera más muertitos en esta temporada, como ocurrió en los últimos cinco años, pero algo pasó que la gente dejó de suicidarse con la frecuencia que venía sucediendo”.
Otro factor que incide en la caída de la demanda de servicios funerarios está relacionado con la baja abrupta en las defunciones por el coronavirus e influenza que se daba también en esta temporada y cuya contracción está motivada sobre todo por la buena cobertura que hay en la vacunación entre la población.
Empresarios del sector mencionaron que es hasta que iniciaron las posadas cuando comenzó a haber actividad comercial en las empresas funerarias, puesto que lo que fueron los meses de septiembre, octubre y noviembre hubo poca demanda de los servicios mortuorios, mientras que al inicio de los festejos navideños y de fin de año se comenzaron a presentar los accidentes trágicos y la tendencia se mantiene aún en este arranque de año.
“Si no fuera por las muertes naturales que se dan en los hospitales y domicilios, así como por las que resultan de los accidentes viales o carreteros, la actividad de las funerarias estuviera en un punto crítico por no decir muerto, aunque sí se sabe de casos donde pequeñas empresas funerarias terminaron por cerrar o bien por cambiarse de domicilio buscando tener mejor suerte en la venta de sus servicios”, expusieron dueños de empresas del ramo.