La cultura latinoamericana que deja a las mujeres la responsabilidad mayor de cuidar a los hijos, a los adultos mayores y a realizar labores del hogar, hace que tengan una «pobreza de tiempo» que las aleja de la capacitación, formación profesional, autocuidado y de su vida personal.
Lo anterior de acuerdo con el documento «Coyuntura Laboral en América Latina y el Caribe, Desafíos y oportunidades para la inclusión laboral de las personas jóvenes y la redistribución del trabajo de cuidados» de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) y de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
Los organismos internacionales aseguran que debido al trabajo no remunerado que tienen que hacer las mujeres hay una menor tasa de participación laboral de las mujeres, porque ellas ocupan una parte importante del tiempo individual.
«En América Latina, las mujeres de entre 15 y 29 años que no están estudiando ni en el mercado laboral son las que más tiempo dedican al trabajo no remunerado: entre 40 y 75 horas semanales según el país (mientras los hombres jóvenes en esta misma condición dedican entre 9 y 26 horas semanales)», explicaron la Cepal y OIT.
En otras palabras, «las mujeres dedican casi el triple de tiempo que los hombres al trabajo doméstico y de cuidados no remunerado, por lo que la igualdad y la justicia pasan por redefinir estas cargas y avanzar decididamente hacia la sociedad del cuidado».
Mujeres, pobreza y falta de tiempo libre
Ello implica que las mujeres destinan al trabajo no remunerado casi el mismo tiempo de una jornada laboral. Además de que entre más pobreza económica tengan menor acceso a escuelas o ayuda doméstica tienen, por lo que a su situación de pobreza se les añade la escasez de tiempo libre.
Para las mujeres con hijos menores de 5 años aumenta la carga de cuidados, por lo que hay menor presencia de ellas en los trabajos remunerados, mientras que cuando no hay presencia de niños y niñas en el hogar hay un mayor porcentaje de mujeres en el mercado de trabajo.
La desigualdad de género se mide tanto en la participación laboral como en la alta incidencia del trabajo doméstico y de cuidados no remunerados, lo que profundiza las desigualdades no solamente de la distribución de tareas, también del uso del tiempo que deja a muchas mujeres «en una situación de pobreza de tiempo».
En «Chile, Guatemala y México, las mujeres jóvenes dedican más del 20% del tiempo al trabajo no remunerado, lo que limita mucho su capacidad para participar del mercado laboral».
Trabajo no remunerado de las mujeres
De acuerdo con el estudio, en México, los hombres de entre 15 y 29 años dedican 9.3 horas al trabajo doméstico y de cuidados no remunerados, mientras que las mujeres de esa edad destinan 21.9 horas, es decir más del doble.
El país donde las mujeres destinan más tiempo al trabajo doméstico y de cuidados no remunerado es Guatemala donde ellas dedican hasta 25 horas, en contraste con 9.3 horas de los hombres. El Salvador es el país en donde destinan los hombres más tiempo a esas labores con 11 horas y media.
Si se considera el trabajo total, es decir, el remunerado y no remunerado, México es el país donde las mujeres destinan más tiempo a ambos con 76 horas, seguido de El Salvador con 74 horas y Ecuador y Chile con 72 horas cada uno. Mientras que los hombres en total destinan 67 horas en México, 68 horas en El Salvador y 66 horas en Costa Rica, lo que muestra que los hombres tienen más tiempo libre a la semana que las mujeres.