Pamplona (España), 6 jun (EFE).- El colombiano Daniel Franco (Barranquilla, 1997), que se enamoró de la la literatura en la biblioteca del colegio durante los recreos, ha fundado la editorial Graviola, junto a dos amigos venezolanos de universidad, para ser un altavoz de autores latinoamericanos migrantes.
La graviola es una fruta tropical originaria de Latinoamérica, que «por fuera pincha, pero por dentro es dulce y blandita», un concepto que estos jóvenes han extrapolado a su propia editorial, un «alimento para el alma» de sus lectores.
Al igual que la fruta, que «conserva su sabor» mucho tiempo, también los libros que trabajan en la editorial pretenden trascender las «barreras culturales» y conectar con sus lectores, pero sin perder la esencia que aporta la «voz particular de cada autor», explicó el colombiano a Efe.
La idea de la editorial se fraguó entre los pasillos de la Universidad de Navarra (norte de España), donde se conocieron Franco, estudiante de Literatura Creativa, y los venezolanos Virgilio González y Abraham Valera, estudiantes de Periodismo y Comunicación Audiovisual, respectivamente.
Aunque nació en la isla española de Tenerife (1997), Valera pasó la mayor parte de la vida en Venezuela, por lo que personaliza en su figura la idea de Graviola de construir puentes entre ambos continentes, aunque en el caso de la editorial se haga de forma 100 % digital.
Estos emprendedores noveles experimentaron todo lo que conlleva montar una empresa, sus finanzas, las estrategias comerciales y todos esos «detallitos», que, según Valera, no se ven a simple vista. En cambio, Franco considera que los tropiezos han sido, en realidad, «oportunidades de aprendizaje» y de mejora.
En la editorial ya cuentan con un catálogo de publicaciones que asegura «certeza» hasta finales de 2021. La obra debut de Graviola fue presentada el pasado 27 de mayo, la firma el propio Franco, y lleva por título «Análogo al silencio».
En palabras de su autor, esta novela es el «retrato de una revisión familiar entre un abuelo y su nieto enmarcado en los días posteriores al plebiscito por la paz en Colombia» y busca el «redescubrimiento personal» de la mano del diálogo y la música.
El colombiano, que se inició en la literatura en 2016 con «Valentina», publica así su segunda novela y la primera de Graviola, a la que seguirá una colección de cuentos para el verano, una antología escrita por Valera, o un poemario de Laura Estrada, una colombiana afincada en Sevilla (sur español), entre otros.