Aguascalientes.- La iniciativa de reforma a la Ley Orgánica de la UAA que ingresó -a propuesta del grupo de Acción Nacional- para estudio y votación a la Cámara de Diputados dividió a los legisladores, pues los de la bancada priísta de inmediato fijaron su posición de rechazo a la misma bajo el argumento de que “nadie puede meterse en la vida interna de la Máxima Casa de Estudios”.
“Cualquier acción que vulnere la autonomía universitaria debe ser rechazada, provenga de donde provenga”, señaló la diputada Elsa Amabel Landín Olivares al momento de advertir la reacción que provocaría no sólo entre la comunidad universitaria, sus autoridades, académicos y estudiantes, sino entre la sociedad, el hecho de que desde otra instancia (Gobierno del Estado) se pretenda tomar decisiones que sólo le competen a quienes dirigen a la Autónoma.
Sostuvo que la iniciativa presentada por los diputados del Partido Acción Nacional viola de manera flagrante el párrafo séptimo del Artículo tercero Constitucional, referente a la auto gestión, autogobierno y gestión autónoma de recursos, por lo que su eventual aprobación resultaría un grave atentado a la vida interna del Alma Mater.
Tan luego como se conoció la iniciativa y los alcances de la misma, la misma UAA exigió respeto, por lo que el Congreso del Estado debe ser garante de ello, subrayó la legisladora del PRI, tras calificar a este como un asunto “caliente” y que generará mucha polémica por el trasfondo que se persigue.
La referida iniciativa plantea, entre otras cosas, que la Junta de Gobierno de la UAA, como Máximo Órgano de Gobierno que nombra al rector, permanezca integrada por 9 miembros, pero sólo 3 de ellos sean profesores en activo de la universidad, cuando actualmente los 9 son miembros, por lo que con la reforma, seis de ellos tendrían que ser nombrados por el Consejo Universitario, de entre profesionistas y empresarios destacados de la sociedad civil.
De la misma manera, según el contenido de la iniciativa, se propone que los directores generales de la UAA puedan ser nombrados de entre personas externas a la institución y que además tengan derecho a voto en el Consejo Universitario, cuando en la actualidad éstos únicamente tienen voz.