CIUDAD DE MÉXICO, febrero 23 (EL UNIVERSAL).-
Es importante defender el equilibrio de poderes, la autonomía de las instituciones, porque «yo creo que nadie» quiere regresar al régimen de 70 años de hegemonía de un partido único que controlaba a los demás poderes, consideró el ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), Javier Laynez Potisek.
Durante su participación en el penal: «El Derecho en el México que viene», en el marco del 19 Congreso Nacional de Abogados de la Barra Mexicana Colegio de Abogados, Laynez Potisek afirmó que no solo repetir la importancia de contar autoridades judiciales autónomas, sino que, dijo, México ya vivió una etapa de un Poder Judicial sin autonomía y de un Congreso sometido.
«Para mí es muy importante no olvidar qué pasó en nuestro país recientemente porque no es solo que estemos repitiendo la importancia de la autonomía y la autonomía del Poder Judicial, si no que ya lo vivimos lo que es tener un Poder Judicial que no es autónomo, como un Congreso sometido».
«Y, creo, no queremos nadie repetir esa parte de la historia que nos costó 70 años en abandonar, entonces para mí es importante como parte de la defensa de este constitucionalismo contemporáneo, no olvidar nunca eso. Porque yo creo que nadie, al menos que, insisto, los que vivimos esa última parte no quisiéramos volver a vivir. Por eso es importantísimo defender a las instituciones autónomas, defender el equilibrio de poderes no como un lugar común sino porque no queremos volver a algo que nos costó tantos años abandonar porque fue un gran esfuerzo y costó muchísimos años».
El juzgador recordó que México inició una transformación en la década de los 90, luego «de un régimen de 70 años de hegemonía de un partido, si no único, bastante preponderante, control de todas las instituciones, es decir sobre los demás poderes, incluido el Poder Judicial, los poderes locales, los ejecutivos locales, el uso hasta bautizado doctrinalmente de las facultades metaconstitucionales de que disponía el presidente de la República».
En ese contexto, expuso, el Poder Judicial, se transformó con la reforma de 1994, que a 30 años de su implementación, se ve ahora que fue buena porque se dotó de fortaleza y de las figuras jurídicas adecuadas a la institución para cumplir su rol de impartir justicia en el país.
«No estaba preparado para esa realidad constitucional nueva, es decir donde el Ejecutivo ya no iba a ser el Ejecutivo omnipresente ni poderoso, sino un auténtico sistema de equilibrio de poderes».
«Y a eso obedecieron todas esas reformas que transformaron desde 1994 en adelante al Poder Judicial. Tuvo una explicación histórica esta transformación, esta necesidad de autonomía porque requeríamos un Poder Judicial que cumpliera con su rol en esa nueva historia constitucional mexicana».
Laynez Potisek enfatizó que «hoy, después de 30 años de esa transformación, vemos lo que fue una buena reforma, lo que fue dotar al Poder Judicial de esa fortaleza y las figuras adecuadas para cumplir su rol».
«Creo que es importante cuando hablamos de autonomía porque hay que defenderla porque es importante que no olvidemos de dónde venimos y lo que no queremos en todo caso que se repita», puntualizó.