Estaría bien prohibir los narcocorridos en los eventos públicos debido a que generan violencia, pero esta en chino llegar a ese punto por muchos motivos, empezando por la aceptación popular que tienen y porque se violarían los derechos de un mundo de gente inmersa en la industria musical, afirmó el titular de la Coordinación Estatal de Salud Mental y Adicciones, Héctor Grijalva Tamayo.
Sostuvo que eso de los narcocorridos o corridos tumbados no es nuevo en el país, si bien es cierto que de unos años a la fecha los grupos y artistas de regional mexicano y las bandas han retomado ese género musical con fuerza, pues antaño se presentaba como héroes populares a delincuentes o bandoleros como Gabino Barreda, Domingo Corrales y otros personajes centrales en ese tipo de canciones.
En ese sentido, el especialista en Salud Mental reconoció que pretender prohibir ese tipo de música donde se exaltan los excesos en muchos sentidos, es muy complicado, por lo que subrayó que lo mejor sería que las familias aprendan a controlar lo que los hijos y ellos mismos (los padres) escuchan y que no escuchen ni sigan esas canciones con alto contenido de violencia; lo que sí sería posible es que quizá en fiestas o eventos públicos (bailes, conciertos, etc.) no se contrate a quienes cantan y tocan ese tipo de música que genera violencia.
‘TUMBAOS’ GENERAN VIOLENCIA
En su exposición, el doctor Grijalva explicó que durante el relato verbal musical de los narco corridos se plantea como héroe, como triunfador, a un delincuente, pues ese relato tiene por objetivo destacar que es el jefe, que es el que manda, que se hace lo que él dice, que tiene dinero, que tiene triunfo, que tiene poder, y eso es muy atractivo para los niños, para los jóvenes e incluso para los adultos, porque se cree o se plantea que es fácil esta imagen de triunfador, de ganador con una actividad que parece sencilla, como que parecería muy fácilmente simplemente dedicarse al narco y todo eso se obtiene.
“Naturalmente que con ese tipo de música lo que se está vendiendo es una imagen falsa, completamente ideológica de que se va a obtener una gran imagen, un gran poder nada más por ser así, cuando la realidad es otra muy distinta y además extremadamente peligrosa”, subrayó.
Los corridos, añadió, son desde luego muy populares, la música es muy rítmica, monótona. No son grandes creaciones musicales, pero son pegajosas precisamente porque son rítmicas, monótonas y muy simples en su lenguaje, por lo que se aprenden con mucha facilidad y como vienen revestidas de toda esa parafernalia de la vestimenta tipo buchón o vaquero, el tipo de música, la banda, pues tiene mucha aceptación popular.
MÚSICA VIOLENTA NO ES NUEVA
Al tiempo de indicar que conviene recordar que esto no es nuevo, Grijalva dijo que todos los corridos viejos eran lo mismo, también se hablaba de delincuentes. Eran delincuentes llevados a la categoría de héroes solo porque eran populares, tal y como ocurre o como se les ve ahora a los personajes que son base de los corridos tumbados o narco corridos.
Empero, advirtió que “todos los corridos de estos señores acaban mal, todos terminan mal, pero esto es parte de la mitología popular. Recordamos a actores que se dedicaron a hacer toda esta serie de películas basadas en corridos y que tenían todo ese atractivo de paisajes campiranos o urbanos, caballos, automóviles de lujo, mujeres hermosas, alcohol, y todo eso forma parte de una mitología urbana que finalmente hace creer que eso es poder, cuando “naturalmente que esto genera violencia y por lo tanto los narco corridos son emisarios de la violencia”, concluyó.