Los Ángeles, 14 sep (EFEUSA).- El talento artístico del mexicano Narsiso (sic) Martínez, que hasta los 20 años trabajó como jornalero y utiliza los cartones y cajas de frutas como «lienzos», ha hecho que sea uno de los artistas participantes en la exposición inaugural de la nueva sed del museo LBMA de California.
«Narciso ha sido parte de nuestra familia en el museo y todos lo apoyamos. El arte que nos trajo fue muy fuerte e impactante y al ver su historia y sus obras la gente se conmueve», dijo a Efe Sarajeva Vázquez, gerente general de Eventos Especiales del Museo de Arte de Long Beach (LBMA) Downtown, que hoy abre sus puertas al público.
En la exposición inaugural destaca «La Cosecha», una obra hecha con cajas de productos agrícolas y paliers de madera que forman un bloque en cuyos lados se muestran pinturas de campesinos, paisajes y trabajos agrícolas, con un estilo muy propio y original de Martínez.
Nacido en Oaxaca (México), Martínez trabajó con su familia en los cultivos de su tierra natal hasta que el deseo de buscar una mejor educación y salir de la pobreza le trajo a Estados Unidos.
Con «esfuerzo, sacrificio y trabajo» se educó, fue la universidad y término su maestría en arte.
Por la calidad de su trabajo y el mensaje que transmite, Martínez fue escogido como uno de los artistas participantes en la inauguración del LBMA Downtown.
La inconformidad con la pobreza y sus condiciones iniciales de vida han sido uno de los principales acicates del artista mexicano.
«Aquí (en los EE.UU.) la verdad me interesé por aprender y pienso que fue porque encontré algunas de las respuestas que buscaba en México. Nací muy pobre y siempre me preguntaba por qué tenemos que vivir de esta manera», contó Martínez en una entrevista con Efe.
Al reprobar su décimo grado de preparatoria en México, Martínez decidió que era el momento de buscar nuevos horizontes y lo primero que hizo al llegar a los Estados Unidos fue comenzar a tomar cursos de Inglés como Segundo Idioma (ESL).
«Cuando terminé mi programa de inglés me di cuenta que no lo hablaba bien y de ahí seguí estudiando para terminar mi preparatoria», explicó el artista oaxaqueño, que obtuvo su certificado (GED) a los 29 años de edad.
El paso siguiente fue comenzar sus estudios superiores en el Colegio Comunitario de Los Ángeles, donde obtuvo su título de Asociado en Artes.
Aunque inicialmente dudó si ser profesor de matemáticas o biología, pues sus calificaciones eran muy buenas en estas asignaturas, su interés por el dibujo lo inclinó por la educación artística.
«Cuando tomé una clase de Historia de Arte fue cuando conocí el trabajo de pintores famosos Van Gogh y Toulouse Lautrec que me trajeron memorias muy fuertes, porque veía escenas como de mi pueblo y dije, quiero pintar así», contó.
Como había escuchado que la Universidad Estatal de California (Cal State) en Long Beach tenía un buen programa de arte pidió ayuda a sus consejeros del Colegio Comunitario y en el 2009, a sus 32 años, comenzó sus estudios allí.
En su primer semestre con la ayuda de trabajos como repartir frutas a las tiendas o jardinería, logró financiarse, pero luego no le alcanzó el dinero.
Tenía dos hermanos trabajando en los campos de cultivo en el estado de Washington, así que decidió irse ese verano para trabajar allá y se quedó un semestre ahorrando dinero.
Después pudo continuar estudiando y trabajaba todos los veranos en los campos de cultivo en el valle del río Columbia. «Aunque no hacía mucho dinero me servía para lo básico, que era pagar la colegiatura (matrícula)».
«Tenía muchas restricciones, no podía comprar ropa nueva, ni comer afuera y si me tomaba una cerveza tenía que ser la más barata», recuerda al enumerar algunos de sus sacrificios.
«Pero lo logré, porque al final cuando terminé mi licenciatura aunque, tenía una deuda, no era de más de 3.000 dólares».
Seguidamente vino la maestría también en Artes, para lo cual se mudó a vivir a Long Beach y se aseguró de obtener una ayuda financiera que ofrecía California.
En todo este recorrido académico uno de sus principales intereses siempre fue mostrar su origen y hacer la comparación entre la forma en que viven los campesinos y los dueños de las tierras.
Como seguía yendo a los campos de cultivo en los veranos, se integró más con el resto de los trabajadores para entender mejor sus circunstancias. Igualmente tuvo la oportunidad de conocer algunos dueños de las granjas y palpar las diferencias.
Todo ello lo fue plasmando en su arte tratando de llevar el mensaje de esta desigualdad «entre pobres y ricos» y utilizando el cartón como «lienzo» para sus dibujos y pinturas.
Así, en un supermercado vio una caja con muchos colores en la que venían empacados bananos, lo que le llamó la atención y la usó para dibujar un campesino.
A gusto con el resultado, siguió pintando sobre ese material.
Aunque inicialmente les recortaba las etiquetas, decidió dejárselas para tener más área de dibujo y así surgió espontáneamente esa mezcla entre su pintura y la litografía de las cajas, en la que muestra el contraste del trabajo campesino y el producto comercial.
Este tipo de arte ha llamado mucho la atención de personas como Ronald Nelson, director del LBMA, quien ha sido uno de sus apoyos y persona clave para que la obra de Martínez forme parte de la primera exposición de la nueva sede del museo en el centro de Long Beach.