El presidente de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, el republicano Mike Johnson, anunció este jueves que el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, se dirigiría «pronto», sin especificar una fecha, a una sesión conjunta del Congreso estadounidense.
«Creo que esta será una muestra oportuna y de muy fuerte apoyo al Gobierno israelí en su momento de mayor necesidad», dijo el republicano en un discurso en la recepción anual del Día de la Independencia de la Embajada de Israel en Washington.
El anuncio confirma los rumores que recorrían los pasillos del Capitolio esta semana y que llevaron al senador independiente progresista Bernie Sanders a calificar la invitación de “una idea terrible” y a asegurar en CNN que boicotearía un discurso de Netanyahu.
Los legisladores demócratas se han mostrado divididos sobre esta intervención y el líder de la mayoría demócrata en el Senado Chuck Schumer ha dicho que representa un uso electoralista de la crisis en Israel por parte de los republicanos.
Johnson ha mostrado sintonía con Netanyahu en varias ocasiones, ayudó a desbloquear la oposición de su propia bancada hace justamente un mes a un paquete de ayuda para Israel, Ucrania y Taiwán y ha sobrevolado la idea de imponer sanciones a miembros de la Corte Penal Internacional (CPI) por la solicitud de una orden de arresto contra Netanyahu y su ministro de Defensa, Yoav Gallant.
Esta noche en Washington dio por hecho que Netanyahu acepta la invitación y que su intervención ante el Congreso se producirá pese a las críticas.
Las tensiones entre la Administración del presidente estadounidense, Joe Biden, y el primer ministro israelí por el manejo de la guerra de Gaza, especialmente debido al alto número de víctimas civiles, siguen aumentando ante las dificultades de garantizar acceso a la ayuda humanitaria y por el uso que Israel hace del armamento pesado aportado por EE.UU.
Nos obstante, la administración estadounidense se opone a la solicitud del fiscal de la Corte Penal Internacional (CPI), Karim Khan, para que se emita una orden de captura contra Netanyahu y que se le equipare al líder de Hamás, Yahya Sinwar, y su buró político, Ismail Haniyeh, también acusados por crímenes de guerra y lesa humanidad en Gaza.
Este jueves Biden reiteró que no reconoce la jurisdicción de la CPI y que no hay comparación posible entre el ataque de Hamás del pasado 7 de octubre y la respuesta de Israel.
Washington también se ha distanciado de la decisión de España, Noruega e Irlanda de reconocer al Estado palestino de manera unilateral y pide que se negocie ese reconocimiento con Israel.
A la compleja relación de la Casa Blanca con el gobierno de Netanyahu se suma que Estados Unidos se encuentra en año electoral y la prolongación de la crisis en Gaza está afectando negativamente a la imagen de Biden entre el electorado progresista y joven, al tiempo que su postura a ratos crítica con Netanyahu tampoco le aporta réditos entre los votantes más conservadores.