A pesar de no haber mano de obra disponible para ocupar alrededor de mil 800 vacantes para puestos de operación en las fábricas de Aguascalientes, los patrones se niegan a permitir la contratación de migrantes con el fin de no verse sorprendidos por algún mal uso de costumbres de estas personas procedentes de países de Centro y Sudamérica, quienes han decidido mejor vivir en México a regresar a sus países ante la crisis económica en la cual vivieron por muchos años y hoy buscan un nuevo horizonte en Aguascalientes, indicó Rogelio Padilla, secretario adjunto de la Federación de Trabajadores de Aguascalientes (FTA-CTM). “No nos han confirmado si van a o no a contratar a personas migrantes de otros países, aunque la necesidad es mayor para muchas empresas, quienes sufren de una rotación constante de sus empleados, al grado donde muchos de ellos principalmente personas menores de 20 años de edad deciden entrar a laborar y luego de un par de semanas o hasta de un mes renuncian para irse a probar suerte a otra empresa”. Y esto se nota con mucha frecuencia al grado donde el número de vacantes no puede bajar de esa cifra, “tenemos una cifra de mil 800 vacantes para operarios disponibles y que no se pueden cubrir porque mientras unos entran a laborar otros ya están renunciando”. Este problema lo vive la industria automotriz en Aguascalientes desde hace varios años, luego de la pandemia se agudizó el problema y hoy lo reflejan las estadísticas. Para el líder sindical Rogelio Padilla el problema es todavía mayor en el caso de las nuevas empresas por llegar a esta Entidad, como es el caso de la empresa alemana Balluf, la cual se dedicará a fabricar sensores de automatización para la misma industria y los vehículos. Donde por principio de cuentas generarían alrededor de 700 empleos directos.