Angélica Contreras, dirigente de Cultivando Género, indicó que es evidente que no existe ningún lugar seguro para las mujeres, ni en las casas, las escuelas, espacios laborales y mucho menos las calles y el transporte público “porque no están pensados para la seguridad de todas las personas y mucho menos lo que pasa en los municipios”.
Insistió en que la violencia ha permeado en todos los sectores sociales y que las estrategias, como el de Vecino Vigilante 4×4, en el que después de las 12 de la noche la gente ya no tiene que estar en la calle “no sirven, porque esa violencia se está regresando a los hogares”.
En este sentido, consideró que con esta medida lo que se está haciendo es que en lugar de estar pensando en programas de prevención integral para erradicar la violencia, se está guardando la violencia, ya que no existen estrategias que garanticen realmente la seguridad de todas las personas y principalmente de las mujeres.
Por lo que subrayó que en todos lados se pueden correr riesgos, por ejemplo, en los centros laborales se tienen pendientes los protocolos para que no se dé el acoso y el hostigamiento dentro de los lugares de trabajo, “pero nadie hace nada”, así como en las escuelas “no se puede esperar a que suceda algún hecho, se tiene que prevenir”.
En este sentido, la activista hizo hincapié en que faltan más acciones preventivas de la violencia, no solamente en la calle o vía pública, sino que en todos los lugares donde existe una convivencia social.
Lo anterior podría hasta tratarse de una reeducación, pues se necesita trabajar desde los tejidos sociales, para que desde ese nivel se pueda reducir y combatir la violencia que permea incluso como parte de una cuestión tradicionalista y de arraigo, que hace complicado poder combatir la violencia que se ha normalizado desde hace tiempo.