Por más que las autoridades lo quieran, está prácticamente en chino que se desarrolle la edición 2021 de la Feria Nacional de San Marcos en abril y mayo, cuando algunas de las principales zonas de la Verbena están en pésimo estado y no hay ni tiempo y tampoco recursos para arreglarlas.
Los prestadores de servicios turísticos señalaron que las autoridades de Gobierno deben darle prioridad al cuidado de la salud, por lo que si la pandemia no está controlada y si tardara mucho tiempo la cobertura universal de la vacuna contra el coronavirus, lo mejor es no distraerse en algo que definitivamente no podrá ser, al menos para abril que está a la vuelta.
Una visita de campo que realizó ayer HIDROCÁLIDO por la zona ferial donde se concentra el mayor número de feriantes, permitió constatar que lo mismo el área destinada para los antros como los comercios y exposiciones gastronómicas y comercial, así como la de los llamados tapancos y la del área comercial del bulevar San Marcos, necesitan no de una ‘manita de gato’, sino de una reconstrucción general por el pésimo estado físico en el que se encuentran los inmuebles.
Por si no fuera suficiente, se supone que para abril, mayo y los siguientes meses el Lienzo Charro San Marcos estará inhabilitado para la realización de los eventos charros, debido a que estarían en marcha las obras de ampliación y modernización de ese escenario para el evento nacional que tendría a Aguascalientes como sede.
Pero no sólo son los inmuebles o locales de los comercios los que están descuidados y a los que hay que meterle mucho dinero para rehabilitarlos y dejarlos en forma para ser utilizados durante la Feria, sino que también se necesita hacer lo mismo en la infraestructura general, ya que por ejemplo en la zona de tamboras el piso está severamente dañado, al igual que ocurre en el Andador J. Pani, en la explanada que está frente al Templo de San Marcos y no se diga en la línea del bulevar San Marcos donde se instalan los puestos de ‘los gritones’ y otros comerciantes.
El gobernador Martín Orozco dijo que será en la primera o segunda semana de febrero cuando se tomará la decisión sobre la celebración o cancelación de la Feria, pero a como están las cosas, no sólo por el pésimo estado físico en el que se encuentra buena parte de la zona ferial, sino también con la peligrosidad de la pandemia, sería una auténtica torpeza exponer la salud de la población y de los feriantes por privilegiar los intereses de otro tipo.