Nuevamente se encienden los focos de alarma en el Estado por la rápida saturación de todos los hospitales públicos de enfermos del coronavirus, ese mal que vino a enraizarse en el mundo quién sabe por cuánto tiempo más.
La anunciada tercera ola no tomó desprevenido a nadie, pero tampoco se esperaba que viniera arrasando con la fuerza que lo hace ahora y que tiene colocado a Aguascalientes en el semáforo epidemiológico color naranja, y que si empeoran las cosas podríamos estar de nueva cuenta en color rojo.
Parece ser que el retorno a clases presenciales se dio en un mal momento, pero la verdad es que con esta pandemia no se sabe cuál sería el mejor momento, aquí lo verdaderamente preocupante es que la mayoría de la sociedad lamentablemente ya bajó la guardia y lo vemos día tras día, con gente que de plano ya ni se molesta en usar cubrebocas; incluso surgió aquí en la ciudad un grupo antivacunas y antimascarillas, sin saber —o si lo saben, lo soslayan— que éstas pueden significar la diferencia entre la vida y la muerte.
El esperado regreso a las escuelas, valga comentarlo, se dio en un ambiente diferente, con fallas, sin sana distancia en algunos planteles, con protocolos sanitarios que parecen insuficientes, pero también cabe destacar que se hace lo que se puede tras estar inactivas las escuelas de forma física durante año y medio.
Lo lamentable es que el desorden no lo ponen los niños, sino los papás, pues regresaron las clases pero también el tráfico, las dobles y hasta terceras filas al llevar o recoger a los niños y en fin, todo regresó a la “vieja normalidad” sin estar preparados todavía.
Pero la información que hoy se despliega en nuestras páginas da cuenta puntual de la magnitud del problema del combate al Covid-19, pues todos los hospitales públicos están ya al 100 por ciento de su capacidad y quien presenta la mayor crisis es el Hospital Hidalgo, que de tener 70 camas ocupadas por enfermos de coronavirus, 10 de ellas están ocupadas por menores de edad, lo que es sumamente preocupante y que se da justo cuando regresan de forma masiva a las escuelas.
Además, el Hospital General de Zona Número 1 del IMSS nuevamente será de atención casi exclusiva para enfermos que padecen Covid por el aumento de los contagios, y el resto de las urgencias serán atendidos en los hospitales 2 y 3.
¿No que no pasaba nada con la pandemia? ¿Que no había nada de qué preocuparnos? ¿No que todo estaba bajo control? ¿No que los niños no se contagiaban, y si lo hacían no era grave? ¿Seguirán los eventos masivos?…
Lo que está ocurriendo definitivamente dice mucho de la gravedad de la situación, pero poco o mucho caso haremos, pues pareciera que la pandemia ya no existe, cuando ésta es una realidad que duele.