Tenía que pasar, y aunque las autoridades juren y perjuren que en temas de seguridad todo está bajo control, la realidad se impone y el miedo llegó a la gente de Aguascalientes.
Son los estudiantes de Medicina quienes ante la ola de violencia que en los últimos tiempos ha afectado a su gremio, se niegan a realizar su servicio social o internados en algunas zonas del Estado.
A donde los pasantes no quieren ir es a Asientos, Cosío, Tepezalá, El Llano, Calvillo y San José de Gracia, prácticamente medio Estado, pues algunos municipios colindan con Zacatecas, que hechos de sangre es el pan de cada día, pero en otros pues no quieren investigar, pero por si las dudas no quieren ir a hacer su servicio social.
El temor lo detonó el caso de un médico que hacía su servicio social en una zona de Durango, pues al estar atendiendo a un paciente hubo una discusión con los familiares del enfermo y que por cierto estaban intoxicados, llevándose el doctor en formación la peor parte, pues fue baleado justo cuando intentaba curar al sujeto y para lo que se preparó durante varios años.
Es decir, el joven murió cuanto intentaba salvar una vida, ironías de la vida.
Pero a esto súmele otros casos donde médicos o enfermeras han sido víctimas de agresiones y algunos incluso han sido asesinados, pues le da la razón a los galenos en formación, quien de plano piden hacer su servicio en la capital y no salir al interior del Estado, pues reconocen que tienen miedo.
Pero no se crea, el estar en la capital no cambia la percepción de inseguridad y mire, dos botones de muestra: el jueves hubo un bancazo hasta con toma de rehenes, algo no visto en el Estado por lo menos recientemente, pero ayer también fueron atracadas unas personas que acababan de retirar dinero de una institución bancaria.
Y como esos casos de inseguridad hay todos los días, pues se registran ejecuciones, feminicidios, robos comunes y los de alto impacto; o sea, que nadie se salva de ser víctima de un incidente de violencia.
En fin, en esta ocasión los jóvenes que se forman para ejercer una de las profesiones más difíciles, llena de retos pero absolutamente satisfactoria como es la Medicina, tienen la razón en tener miedo, pues se están preparando para salvar vidas, no para perder las suyas.