CIUDAD DE MÉXICO, enero 3 (EL UNIVERSAL).- En la elección de la ministra Norma Lucía Piña Hernández como presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) prevaleció la institucionalidad, lo que genera confianza en el quehacer y autonomía del máximo tribunal, dijo la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex).
Explicó que la ministra tiene el reto de preservar la autonomía de la SCJN y mantener con ello la sana división de poderes en México.
Para el sindicato patronal, la ministra Piña Hernández cuenta con «la capacidad técnica, la experiencia y el perfil para poder liderar una institución clave para nuestro país».
—Necesario que SCJN vele por la justicia, certeza y legalidad en pro de las inversiones
La Coparmex reconoció que la elección fue «un ejercicio democrático, un acuerdo que permitió a la ministra Piña convertirse en la primera mujer en presidir la Suprema Corte y cuya labor tendrá como retos principales preservar la autonomía del tribunal, la sana división de poderes y el efectivo funcionamiento del sistema de pesos y contrapesos del país».
Desde la visión de la Confederación es necesario que la Suprema Corte vele por la justicia, certeza y legalidad en el país para generar las condiciones que atraigan más inversiones, empleos y bienestar.