Aguascalientes, Ags.-Lesiones de pies, piernas, cadera, daño emocional y hasta un cuadro de hipotermia que estuvo a punto de acabar con la vida de una jovencita, es el resultado parcial que dejaron las “novatadas” ejercidas contra estudiantes de nuevo ingreso de la Escuela Normal Rural de Cañada Honda; los papás de las afectadas no están dispuestos a quedarse de brazos cruzados y podrían presentar demandas.
Por temor a su seguridad e integridad y al no estar dispuestas a convertirse en las esclavas de las alumnas de semestres avanzados, algunas estudiantes desertaron en la semana de iniciación, antes del arranque formal de clases.
Otras viven con miedo, todo el tiempo son espiadas por sus compañeras y amenazadas con hacerles la vida peor que imposible si se atreven a hablar y denunciar qué es lo que pasa al interior de esta institución, donde el Comité Estudiantil es quien manda.
“No se la van a acabar”, es la amenaza de todos los días, no pueden hablar libremente con sus familiares, porque son espiadas de día y de noche y si les permiten salir a la tienda, son también vigiladas.
Los padres de familia están al tanto de lo que ocurre en el plantel, por lo que demandaron la intervención inmediata de la Comisión Estatal de Derechos Humanos.
El pasado martes, personal de la Comisión acudió al plantel, las alumnas les recibieron en tono agresivo, al percatarse de quiénes eran, cambiaron su actitud, sin embargo las estudiantes lesionadas no se atrevieron a decir nada.
En entrevista con HIDROCÁLIDO, padres de familia denunciaron que la situación es más grave de lo que parece, además de obligar a las jóvenes a levantarse de madrugada y presentarse en el patio, las arrojaron por las escaleras llenas de manteca, por lo que varias resultaron lesionadas.
Además les arrojaron agua helada, las aventaron a la alberca sin importarles si saben o no nadar; una de las jóvenes presentó un cuadro de hipotermia y tuvieron que practicarle la reanimación; también les colocaron vísceras y estiércol entre sus pertenencias.
Al percatarse de la gravedad de sus “novatadas” que más bien son pruebas de resistencia a la tortura, ellas mismas de madrugada sacaron a las estudiantes lesionadas y las llevaron a recibir atención médica.
Las “novatadas” ya acabaron, pero las amenazas persisten y los padres de familia no están dispuestos a quedarse de brazos cruzados porque está en riesgo la vida de sus hijas.