Por Erick Cortés.- Una nueva investigación periodística ha exhibido otra operación fraudulenta, en la cual, la Universidad Autónoma de Aguascalientes habría sufrido el desvío de 138 millones de pesos del fondo de pensiones de sus trabajadores con la compra de bonos basura.
Pese a ser una operación prohibida por las leyes mexicanas, la institución hizo una inversión entre el 2022 y 2023, a través del fideicomiso F001, constituído entre el banco Covalto y una empresa de papel denominada “One de M3X1C0 S.A. de C.V”, a quien la UAA pagó —por instrucción de la rectora Sandra Yessenia Pinzón Castro— al menos 100 millones de pesos a cambio de 100,000 certificados bursátiles.
Una carta difundida por el diario El País, y firmada por la rectora Pinzón, reveló la intención de adquirir dichos certificados el 14 de marzo del 2023, un día antes de la instrucción del depósito por 100 millones de pesos, mismos que salieron desde una cuenta bancaria llamada “Administración de pensiones y jubilaciones” y que se dieron por perdidos después de que One de M3X1C0 se declaró en bancarrota en marzo de este año.
El Fondo de Pensiones y Jubilaciones para los trabajadores de la UAA está conformado por recursos públicos federales y estatales, así como de donativos de particulares. Sin embargo, la universidad asegura que dicha cuenta no tiene relación con este fondo, a pesar de que comparte el nombre.
Por otro lado, One de M3X1C0 evidenciaba ser una empresa de papel, pues contaba con más de cien giros, desde la fabricación de artículos para fiestas y la prestación de servicios turísticos, hasta la construcción de inmuebles y la reparación de máquinas industriales. Además, sus accionistas reportaron domicilios en barrios populares de Quintana Roo, mientras que la empresa se constituyó en Puebla.
Ante ello, la universidad aseguró que las verificaciones se hicieron durante el periodo del exrector Francisco Javier Avelar, y que “de acuerdo con las áreas responsables de las finanzas universitarias, todo estaba en orden”.