México, 28 abr (EFE).- México y la Unión Europea anunciaron este martes un acuerdo para la modernización del Tratado de Libre Comercio entre la Unión Europea y México (TLCUEM), una renovada alianza que llega tras años de negociaciones y puede aliviar la dependencia del país latinoamericano de Estados Unidos.
«El TLCUEM es una gran oportunidad para que México voltee a ver otros mercados y no le pase lo que le ocurrió cuando llegó Donald Trump a la Casa Blanca, sentirse ahogado por depender de una sola economía», explica a Efe la coordinadora de la licenciatura de Negocios Globales de la Universidad Iberoamericana, Aribel Contreras.
Contreras incide en que este acuerdo facilita la diversificación que persigue la Secretaría de Economía (SE) ya que establece bases «robustas» para la relación bilateral cocinadas a lo largo de cuatro años de negociaciones «sin presiones políticas».
La contingencia sanitaria actual tampoco parece haber añadido presión al acuerdo, como destaca en un comunicado la SE, en el que subraya una conversación entre su titular, Graciela Márquez, y el comisario de Comercio de la Comisión Europea, Phil Hogan.
Ambos compartieron en esa charla su preocupación por los efectos de la pandemia de COVID-19 sobre la salud y la economía de la UE, una de las regiones más afectadas del mundo, y México, que suma 15.529 casos y 1.434 fallecidos.
«Por ello, llegar a un acuerdo en los tiempos actuales muestra que ambas partes comparten los valores de un sistema de comercio basado en reglas que ofrezca certidumbre y en contra de cualquier corriente proteccionista», indica la nota de la SE.
La Unión Europea es actualmente el tercer socio comercial de México, solo por detrás de Estados Unidos y China, y la segunda fuerza en inversión extranjera directa, gracias en gran medida al TLCUEM en vigencia, que empezó a operar en el año 2000.
En 2019, el comercio México-UE sumó 75.500 millones de dólares, y las exportaciones mexicanas alcanzaron casi 25.000 millones de dólares; las inversiones de los 27 países de la UE en México alcanzaron cerca de 180.000 millones de dólares.
OPORTUNIDADES PARA LOS DOS
El renovado TLCUEM ofrece oportunidades para ambos socios en materia comercial y también en materia política, ya que, como recalca Contreras, «México toma un rol muy importante en el ajedrez político» entre Estados Unidos y el Eurogrupo.
«Este acercamiento que la Unión Europea tiene hacia México puede ser la puerta de acceso a toda América Latina, pero también la puerta de acceso indirecta o trasera hacia el mercado estadounidense», enfatiza la especialista.
Sin embargo, esta oportunidad trae consigo compromisos como el hecho de cumplir el Acuerdo de París, en materia medioambiental, u obligaciones en transformación energética, «grandes retos para México para poder estar al nivel», aunque también lo serán «para naciones menos robustas en el interior de la Unión Europea».
En cualquier caso, el renovado TLCUEM es para Contreras «mucho más amplio y mucho más adecuado a la realidad de hoy en día» que el anterior, ya que habla de aspectos como la propiedad intelectual, un comercio enfocado al desarrollo sostenible o prácticas contra la corrupción.
La principal patronal de México, el Consejo Coordinador Empresarial (CCE), se manifestó en esa misma línea en Twitter, al aplaudir la modernización de una alianza que «significará un gran impulso a la economía y brindará certidumbre en estos tiempos tan difíciles».
UN REVULSIVO
El acuerdo comercial anunciado este martes todavía debe ratificarse y firmarse, un proceso especialmente arduo dada la naturaleza multinacional de la Unión Europea, por lo que la experta en negocios internacionales pronostica que entrará en vigor en el segundo semestre de 2021.
Esa demora, para Contreras, no será un problema sino una ventaja, porque entonces la coyuntura económica no estará tan azotada por la crisis del coronavirus como lo está ahora.
El carácter de revulsivo que pudiera tener el TLCUEM contrasta de plano con la urgencia que demuestra México por la entrada en vigor del tratado comercial con Estados Unidos y Canadá (T-MEC), que se dará el próximo 1 de julio.
«Aunque hoy por hoy el Gobierno de México en su discurso oficial dice que el T-MEC viene a ser muy oportuno en momentos de crisis, yo estoy en desacuerdo. El T-MEC exige compromisos que ni México, ni Estados Unidos ni Canadá están listos para enfrentar», asegura la especialista.
«Cuando entre en vigor el nuevo TLCUEM, no va a ser la solución, como tampoco hoy por hoy lo es el T-MEC para el primero de julio, pero en ese momento el contexto será muy diferente al actual», reflexiona.