En la misa dominical de ayer en la Catedral, el Obispo Juan Espinoza Jiménez cuestionó la fe de quienes se dicen creyentes, cuando apenas una cuarta parte de los católicos de Aguascalientes acuden a misa, practican la caridad y la gran mayoría se ahogan en los problemas.
Sostuvo que no es nada nuevo el que hoy en día surja la interrogante común entre el grueso de la población sobre la violencia, las injusticias, las catástrofes naturales, la guerra en el mundo, la pandemia y tantos y tantos más problemas, cuando muchas de esas cosas son por obra de la falta de fe, de los egoísmos y de la falta de esperanza y de fe en que esas y otras dificultades pueden ser superadas haciendo el bien.
Hoy en día los jóvenes y los adolescentes que ven rezar a la abuelita y que ven implorar a los padres a Dios y que las cosas que no se solucionan, son los primeros que dicen, “dónde está Dios, no que existe Dios”, lo que se debe en buena medida precisamente a que no sabemos escuchar, no se tiene confianza y tienen una fe débil o condicionada sólo a las cosas buenas, cuando justamente la fe es el fundamento de la vida de los creyentes, la roca firme en la que nosotros nos paramos, nos sostenemos.
“Hoy la palabra de Dios nos habla sobre la fe y la fe es la confianza plena en Dios, pero la fe no solamente hay que entenderla con la inteligencia, la fe hay que vivirla, pues esta se recibe como virtud y como regalo el día de tu bautismo”, subrayó el Obispo de la Diócesis.
Asimismo, explicó que cuando una persona no tiene fe, vive en la oscuridad, vive amargada, vive triste, vive renegando y con el corazón envenenado, pues nada le parece bien y es pesimista en todo.
En cambio, añadió que cuando un hombre tiene fe, aunque tenga todos los problemas y dificultades en su vida, la fe le ayuda a salir adelante, porque con la fe las cosas se ven diferentes, con la fe los problemas, las dificultades, se superan, se van llevando adelante, porque la fe es el fundamento, lo que sostiene la vida cristiana, la vida creyente.
Monseñor Espinoza Jiménez dijo que como creyentes cada quien trae en su costalito las cosas, tristezas, sufrimientos, dolores y a lo mejor también cuestiones a Dios, al preguntarse por qué me pasa todo esto; aunque también algunos confían en seres humanos y van con los brujos, van con las brujas o con gente que les va a adivinar quién les robó, por qué les robó, y lo único que hacen es perderse, cuando lo que deben hacer es ir ante el Señor y decirle, Señor, esto es lo que me está pasando, dame fuerza.
En ese sentido y tras señalar que son muchos los retos y problemas a los que cualquier cristiano se enfrenta a lo largo de su vida, Monseñor Juan Espinoza dijo que aunque en Aguascalientes se sabe que el 87% de los habitantes son católicos, sin embargo su fe es cuestionable porque a lo mucho sólo el 20% de los creyentes acuden a misa, sin que se sepa en dónde está el resto y que resultan ser los que quizá no tienen fe ni profesan su religión.