Después de casi veinte días de permanecer intubado víctima del coronavirus, el Obispo José María de la Torre Martín sigue presentando un diagnóstico muy grave, por lo que se dio a conocer que por parte de la Diócesis se están respetando los procesos de las intervenciones médicas; el Obispo sigue con vida, por lo que se le está respetando su dignidad humana y el derecho a los cuidados paliativos.
La Iglesia Católica es la menos indicada para querer forzar la voluntad de Dios y alargar la vida de una persona, en este caso la del Obispo, siempre se actúa con moral y ética, aclaró el vocero de la Diócesis, Rogelio Pedroza, quien aseguró que se está al pendiente de la evolución de su enfermedad y se está haciendo lo razonablemente y médicamente posible en su atención.
En ese mismo sentido, se hizo un llamado a los fieles católicos a través de una circular firmada por el vicario general, Javier Cruz Muñoz, a centrarnos en lo realmente importante y no dar crédito ni atención a informaciones lacerantes que se esconden bajo un falso argot noticioso, y se invitó a orar por todos los enfermos, especialmente por los más cercanos, además de elevar las plegarias por el Obispo, dejando en claro que es el Obispado el único medio informativo para dar a conocer el estado de salud del Obispo y de los demás sacerdotes.