CIUDAD DE MÉXICO, marzo 17 (EL UNIVERSAL).- Los Pumas consiguieron otra remontada bajo el mando de Andrés Lillini. Ahora fue en los cuartos de final de la Liga de Campeones de la Concacaf ante el New England Revolution.
El Club Universidad se impuso 3-0 en el Estadio Olímpico Universitario para empatar el marcador global y definir todo en los penaltis (4-3). Eso, no cualquiera lo puede hacer.
Lillini presume que su equipo ha ganado mística, algo difícil para él en el futbol.
«Mística. Hemos logrado algo difícil en el futbol, y cuando más difícil está la situación, más sacan el carácter. Esto debe crecer. Estos jugadores tienen mística y algo especial», declaró el argentino en conferencia.
Lillini «no quiere pecar de humilde», pero lo hace. El argentino le da todo el crédito a sus futbolistas y considera que su trabajo al frente de los Pumas se medirá hasta que se vaya de la institución.
«Me cuesta trabajo pensar en mí y el cómo se me recuerde el día de mañana. Todos somos valorados una vez que nos vamos, el trabajo se analiza cuando nos vamos de un lugar… Ojalá pueda dejarle un título al club y a la afición. Muchos tratan de tirar a la borda este trabajo, pero lo sostiene el equipo trabajador. No quiero pecar de humilde, pero son ellos los que son determinantes«, aseveró.
El timonel universitario se dijo orgulloso de su equipo y la raza auriazul que no deja de sorprenderlo ante las adversidades. «Me sorprenden siempre. Les dije: Pateen como jugaron. Me llena de orgullo, hay situaciones que me superan a mí y ellos transmiten cosas únicas, pueden hacer cosas importantes. Es mi trabajo responder porque la afición, club e historia así lo exigen. Nunca vamos a renunciar, esta raza diferente«.