No es nada tranquilizador el mensaje de la todavía canciller alemana Angela Merkel: la cuarta ola “va a ser peor que todo lo que hemos visto hasta ahora”. Y sí, se refiere al temido Covid-19.
Si en el ‘primer mundo’ donde tienen absolutamente todos los recursos médicos, tecnológicos y sobre todo económicos tienen miedo de la pandemia, imagínese a países como el nuestro, en el que una de las muchas necesidades apremiantes es el abastecimiento de medicamentos.
El sector Salud es de los más vapuleados por la determinación del presidente López Obrador de ajustarse el cinturón, lo que ha traído enojo, molestias y hasta la desesperación sobre todo de padres de familia cuyos hijos padecen cáncer y que de plano no encuentran los medicamentos, ni siquiera en el sector privado, aunque tampoco los podrían pagar.
Esta pandemia vino a trastocar absolutamente todo a su paso y desafortunadamente lo sigue haciendo, pues nosotros apenas vamos saliendo de la tercera ola y ya se viene la cuarta, además de la influenza y otros problemas respiratorios asociados al frío, por lo que ya se prevé que sea un crudísimo invierno.
Regresándonos al viejo continente, en Alemania particularmente se han disparado los contagios y los decesos a causa del virus importado de China y la causa, aseguran especialistas, es que es mínima la tasa de vacunación y porque ahí de plano bajaron la guardia desde hace mucho tiempo, pues la población ya no se cuida (y si esto le parece conocido, es pura coincidencia).
Incluso la población de ese país y de otras naciones europeas ha salido a las calles a protestar por las nuevas medidas impuestas por el descontrol de la pandemia, sobre todo el confinamiento, pues se dicen afectados en sus derechos humanos a pesar de que ya se sabe que el distanciamiento social es una de las maneras más efectivas de evitar contagiarse.
Y aunque en México la pandemia está bajo control -dixit Presidente-, la verdad es que ya sea primera, segunda, tercera o cuarta ola no se ha podido domar y seguiremos viendo crecer las estadísticas, pues día tras días se dan datos duros sobre la enfermedad, aunque esto no hace mella y seguimos como si el problema sanitario no existiera.
A nivel local, lo hemos comentado anteriormente, las cosas tampoco pintan bien, pues por ejemplo este día se reportan 7 decesos que sumados a los anteriores, en casi dos meses de pandemia, han muerto 4,233 aguascalentenses, lo que nos debería poner a pensar a toda la sociedad sobre si bien ésta es una enfermedad inesperada, y de la que cada día se aprende más, también debemos reconocer que depende de cada uno de nosotros el autocuidado para poder domar verdaderamente esta pandemia que le ha arrebatado la vida a tantas y tantas personas que han dejado un gran hueco en sus seres queridos.