Portland (EEUU), 24 oct (EFE).- El estado noroccidental de Oregón, tan «enamorado» de la leche que es su bebida oficial, es la tierra del Rogue River Blue, que acaba de ser elegido el mejor queso del mundo por el exigente jurado de los World Cheese Awards.
Este exclusivo queso orgánico azul de leche de vaca, producido por la quesería Rogue Creamery de la localidad de Central Point y definido como «un festín para el paladar», acaba de lograr el primer título mundial para Estados Unidos en los 32 años del reputado concurso, celebrado hace unos días en Bergamo (Italia).
Solo producimos el Rogue River Blue en otoño, «aprovechando que las vacas dan una leche mucho mas sabrosa y rica en grasas motivadas por la alegría de los primeros pastos frescos y el frío», dice a Efe David Gremmels, director de Rogue Creamery.
Una vez han madurado, los quesos Rogue River Blue se envuelven en hojas de vides orgánicas de la cepa Syrah, empapadas con brandy orgánico de pera y se dejan reposar en cuevas de 9 a 12 meses.
La excelencia se paga y el campeón del mundo se vende a precios que van entre 140 y 164 dólares (120 a 140 euros) por kilo.
Gremmels dice que Rogue River Blue es un ícono para el queso americano. «Representa los sabores de la región donde cultivo, hago queso y disfruto de un ritmo de vida más relajado», señala.
Este premio «le mostró al mundo que las lecherías de Oregón hacen un queso extraordinario», dice por su parte a Efe Josh Thomas, miembro del Consejo Nutrición y Productos Lácteos de este estado.
El queso oregoniano, elaborado con 13 ingredientes y de edición limitada, se impuso a 3.803 quesos de 42 países.
En segundo lugar quedó otro queso de vaca, el Nazionale Parmigiano Reggiano, con 24 meses de curación y elaborado por Latteria Sociale Santo Stefano (Italia), y en tercero un queso español de oveja, Torta del Casar D.O.P. Virgen del Prado, de Quesería Doña Francisca.
Todos los que se congratulan por el premio mencionan el bienestar de las vacas oregonianas, que viven felices y agradecidas por los frescos pastos que produce la abundancia de lluvias, como una de las principales razones de la calidad quesera del estado.
También influye, aseguran, el hecho de que en Oregón existan zonas marítimas y zonas montañosas y diferentes microclimas.
En el estado se producen más de 250 variedades de quesos de vaca, oveja y cabra, desde cuajadas creativas y goudas a quesos frescos hechos a mano al estilo mexicano.
La industria láctea es un motor económico importante para Oregón. En el sector agrícola, los productos lácteos, con 2.700 millones de dólares anuales de ingresos, ocupan el cuarto lugar, tras la ganadería, los productos de invernadero y el heno.
Se trata de un negocio que se remonta a mediados del siglo XIX y que actualmente sustenta a más de 200 familias con granjas lecheras y a 30 empresas procesadoras de alimentos lácteos.
Oregón está clasificado entre los mejores productores de leche del país. Sus 124.000 vacas producen más de 1.147 millones de litros de leche anuales.
Según Thomas, es un estado «enamorado de la leche».
En la ciudad de Central Point, en el condado Jackson, se celebra anualmente una feria de quesos en la que más de 100 artesanos presentan sus productos, pero no es la única de Oregón.
En Portland a principios de octubre se celebra el festival «The Wedge» (la cuña) y de aquí parte una extensa ruta del queso conocida como «The Cheese Trail», que recorre más de 20 queserías artesanales hasta la ciudad de Jacksonville, al sur del estado.
Un reciente estudio elaborado por investigadores de la Universidad de Pensilvania ha descubierto que casi 9 millones de vacas lecheras estadounidenses descienden de tan solo dos toros Holstein, la raza que domina el negocio lácteo.
Sabedor de que la homogeneidad genética no es buena a largo plazo, el genetista Chad Dechow y su equipo de la Universidad Estatal de Pensilvania han creado tres vacas similares a las de antaño con el esperma congelado de toros Holstein de hace décadas para poder, en un futuro, hacer un cambio genético que mejore la calidad y fertilidad de las vacas y evite enfermedades.
La mayoría de vacas productoras de leche, queso y lácteos en EE.UU «son auténticas atletas», pues los métodos para aumentar su producción han hecho que de los 11.660 litros al año de 1950 se haya pasado a un promedio de 50.600 litros al año.
El genetista dice a Efe que aunque «no hay mucha investigación sobre la relación de la genética de las vacas con la calidad del queso, sí se sabe que las razas de la región alpina, como la vaca suiza marrón, tienen características favorables para la fabricación de queso, como la firmeza en la cuajada en relación a las razas predominantes en EE.UU., como la Jersey y la Holstein.
Por Tania Cidoncha