México, 30 oct (EFE).- La Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) exhortó a la población evitar la compra y consumo de medicamentos con ranitidina y, en caso de tenerlos prescritos, consultar con su médico el cambio de tratamiento.
En un comunicado, el organismo señaló que la ranitidina, que es a utilizada como auxiliar contra la acidez estomacal, contiene la impureza N-nitrosodimetilamina (NDMA), que en concentraciones por encima de los límites seguros y durante largos periodos de exposición, puede incrementar el riesgo de desarrollar cáncer.
La NDMA está clasificada como un probable carcinógeno en humanos en base a estudios en animales. Está presente en algunos alimentos y en algunas fuentes de agua, pero no es probable que cause ningún daño cuando se ingiere en cantidades muy pequeñas.
La entidad pidió también al personal médico no prescribir medicamentos que contengan ranitidina y, en su lugar, optar por otras alternativas terapéuticas, además de reportar cualquier reacción adversa relacionada con este tipo de medicamentos.
Mientras que a las farmacias y a distribuidores, también pidió suspender la comercialización de los medicamentos que en su formulación contengan la sustancia, en tanto se toman las medidas necesarias que garanticen la seguridad del producto
La Cofepris también hizo la sugerencia a los pacientes de buscar a su médico para que le sean proporcionadas otras opciones terapéuticas.
Para quienes lo consumen, por su parte, para prevenir o aliviar la acidez sugirió consultar el uso de otros productos de venta libre aprobados para su condición.
El pasado 5 de octubre, la Cofepris informó de los probables riesgos a la salud que provocaba la presencia de la impureza NDMA en medicamentos con ranitidina.
Su sospecha se basaba en la información de algunas agencias regulatoria internacionales miembros del Esquema de Cooperación de Inspección Farmacéutica y con la Red Latinoamericana de Farmacovigilancia sobre los riesgos de la NDMA.
Sin embargo, en aquella fecha, Cofepris aseguró no contar todavía «con la evidencia suficiente para sugerir la suspensión de tratamientos con ranitidina».