Aguascalientes.- La rebeldía de las autoridades del Órgano Superior de Fiscalización del Estado hizo que se abortara la clausura de sus oficinas por parte de la Guardia Sanitaria, aunque el procedimiento administrativo seguirá adelante e incluso el caso podría llegar hasta la autoridad judicial por supuestas amenazas recibidas por los verificadores.
El director de Regulación Sanitaria, Octavio Jiménez Macías, censuró el actuar de los funcionarios del OSF, al señalar que no sólo se opusieron a las medidas que se pretendían aplicar por las irregularidades encontradas, sino que además hubo amenazas en contra los verificadores, “cosa que definitivamente no se vale ni es correcta, puesto que sólo se trata de proteger la salud de los empleados y de las personas que acuden a esa instancia”.
“No se vale que se amenace a los verificadores por cumplir con su labor”, advirtió al tiempo de señalar que había elementos para proceder a la clausura de esas oficinas públicas, debido a que en la verificación que se realizó se encontraron elementos consistentes para tomar ese tipo de medidas, la que sin embargo se abortó por la rebeldía con la que actuaron las personas responsables de la instancia revisada.
“Si por cosas menores se han suspendido otros establecimientos, no había razón para que no se llegara a esa medida en este caso, luego que se presentaron dos denuncias concretas y que se pudieron constatar las irregularidades, como es el caso del hacinamiento en el edificio, la falta de controles en el acceso al mismo y el incumplimiento en las medidas básicas como el uso del cubrebocas entre el personal y los visitantes”, mencionó.
En el acta que se levantó quedó asentada la rebeldía adoptada por los representantes del OSF, pero también la presión que se ejerció y las presuntas amenazas que fueron objeto los encargados de hacer la verificación, por lo que la medida que se aplicará en este caso dependerá del análisis exhaustivo de la misma.
“No se denunciaron brotes de contagio ni mucho menos, pero sí de un riesgo latente que se puedan presentar porque en el edificio no se sigue incluso ningún protocolo sanitario, mientras que el argumento que se expuso para evitar la clausura fue que no se reconocía la autoridad de los elementos de la Guardia Sanitaria, lo que es una total incongruencia y más cuando que en el fondo la actuación de este grupo no tiene otro propósito más que el de proteger la salud de las personas”, mencionó.