CIUDAD DE MÉXICO, junio 27 (EL UNIVERSAL).- Paloma Cuevas apareció en la revista «Caras» para hablar de las razones que la motivan a sentir un gran amor por México y, aunque te sorprenda, ninguna de ellas se trata de Luis Miguel, sino que la diseñadora se siente hipnotizada por los rincones que conforman nuestro territorio, así como por su gente, sobre todo por las niñas y los niños mexicanos, a los que apoya a través de una fundación pero, a pesar de que sus declaraciones fueron del todo acertadas, hay quienes ya la critican por hablar de su compromiso por las infancias y, a su vez, estar al lado de un hombre que no ve ni cuida a sus hijos.
Normalmente, Cuevas no pierde la oportunidad de exaltar el amor que siente por España y sus orígenes pues, hasta sus propios diseños, se caracterizan por llevar a la tela gran parte de las tradiciones culturales de la religión, como detalles taurinos que reviven una de las disciplinas más típicas españolas pero, en esta ocasión, la diseñadora habló de su adoración por México, un país por el que -asegura- siente fascinación desde que era un niña, época en la que ya conocía a Luis Miguel, su actual pareja.
Paloma se ha convertido en la imagen de la más reciente portada de la revista «Caras», en la que habló -principalmente- del amor que siente por tierras mexicanas, el que probablemente fue aprendido a través su madre y su padre, Paloma Díaz y Victoriano Valencia respectivamente, con quienes dijo compartir el gusto por las tradiciones y diversidad cultural que nuestro territorio ofrece.
«Adoro México desde que era una niña y mi familia tiene este mismo sentimiento por este maravilloso país»: es una de las declaraciones que hizo Cuevas, que se puede leer en la portada de la revista de sociales.
Cuevas, de 50 años, se explayó a la hora de dar a conocer los motivos por los que siente una profunda conexión con México aunque, en ninguna de ellos mencionó a Luis Miguel, sin embargo, no es una sorpresa que la española se reverse de conversar acerca de los detalles que ocurren dentro de su relación con «el Sol de México», con quien se le vio por primera vez en julio del año pasado, pues ambos han preferido mantenerse herméticos cuando se trata de exacerbar con otras personas los pormenores de su historia de amor.
Por ello, Paloma se limitó a indicar que, entre sus razones, se encuentra el hecho de que le gusta la forma de ser de las y los mexicanos, así como le fascinan los rincones de nuestro país; tampoco se olvidó de mencionar a las amistades que ha hecho aquí, especialmente, con Alejandra Alemán, la representante de la Fundación Niños en Alegría, en la que la española colabora activamente pues, así como siente un gran amor por sus dos hijas; Bianca y Paloma, las infancias le inspiran una gran devoción y el sentido de protección que merecen para aspirar a una vida mejor.
«Visitar a los niños (de la fundación) es un regalo lleno de amor; abrazarlos, escucharlos contar cómo avanzan en su desarrollo», expresó. «Como madre protectora, traslado este instinto en toda su dimensión a la Fundación. Me preocupo por ellos y hago un sentimiento muy de cerca porque me da vida ver cómo crecen y cómo conseguimos, entre todos, que tengan una infancia feliz, que les convertirá en adultos seguros de sí mismos, con un futuro prometedor», profundizó.
Y aunque Cuevas habló hondamente de la labor altruista que realiza en México, las críticas no se han hecho esperar en redes sociales, donde la cuestionan por no ser congruente, pues hay muchas personas que les molesta que exponga el amor y protección que da a sus hijas, mientras que sostiene una relación con Luismi, que desde se separó de Aracely Arámbula, se deslindó del cuidado y manutención de sus hijos menores de edad; Miguel y Daniel, así como -cabe recordar- que no tiene un vínculo cercano con su primogénita Michelle Salas.