A pesar de que los insumos que se utilizan para la elaboración del pan siguen subiendo y ni qué decir del bulto de harina que incrementa cada semana, los panificadores hacen malabares para no aumentar tanto los precios del pan y no tener que cerrar sus panaderías, manifestó Jaime Álvarez Esparza, presidente del Grupo de Industriales de Panificadores de Aguascalientes.
Resaltó que la pieza de pan más barata que se puede encontrar en el mercado es de siete pesos en adelante y de ahí puede haber piezas de hasta 12 pesos, dependiendo el tamaño y tipo de ingredientes que tenga.
Señaló que el último trimestre del año es favorable para el sector, debido a las diferentes festividades que se celebran, así como en el mes de noviembre donde se promueve el consumo del pan de muerto.
Dio a conocer que el clima frío y la temporada de lluvia favorecen la demanda de pan, por lo que afortunadamente no se han presentado bajas en las ventas.
Indicó que las panaderías ubicadas dentro de las tiendas de autoservicio son una competencia desleal para los panificadores de barrio, debido al número importante de personas que acuden a los supermercados y prefieren realizar todas sus compras en un solo lugar.
En este sentido, el dirigente de los panaderos declaró que el pan de las tiendas de grandes cadenas comerciales no cuenta con la misma calidad, pues tienen harinas preparadas con conservadores y pan que no es del día; en comparación al producto que se ofrece en las panaderías, ya que es recién horneado, hecho a mano y sin conservadores.
Subrayó que sin duda la presencia de las tiendas de conveniencia y supermercados afecta no solamente a las panaderías, sino que también a las tiendas de abarrotes; pero los empresarios se encuentran en la lucha constante por permanecer en el mercado y cuidar que sus productos y servicios sean de calidad.