Los panaderos esperan que sus ventas aumenten por lo menos un 15% al llegar la temporada de “muertos”, ya que en comparación con la del año 2020 la venta sería mejor para el pan en general y el tradicional de “muerto”.
De acuerdo a estimaciones de la Cámara Nacional de la Industria Panificadora en el año 2020 las ventas fueron en caída libre por la pandemia de coronavirus, por lo tanto refieren que fue un periodo difícil para comercializar el pan de muerto.
Ahora que comienza octubre el pan de muerto ya empieza a ser el alimento con mayor demanda en las tiendas de conveniencia, bodegas y centros comerciales, posicionándose como uno de los favoritos por tradición durante los días fuertes.
En los supermercados desde semanas atrás comenzaron a ofertar el pan de muerto empaquetado, por lo que hay producto para todos los gustos.
Los panaderos locales dicen que este pan tradicional se clasifica según la calidad de los insumos, por lo que no se puede abaratar, ya que los incrementos al gas y las harinas han ido a la par este año.
En los restaurantes de la ciudad el pan de muerto se vende en paquetes mercadológicamente bien armados, pues se acompaña con bebidas calientes y algunos están rellenos con nutella, coco, chocolate, canela, crema pastelera, e infinidad de cosas según el gusto de la gente, por lo que ahora sólo falta que el consumidor elija.