La pandemia también provocó que cayera de manera estrepitosa el número de partos y consultas de seguimiento a los embarazos, pues tan sólo en el Hospital de la Mujer se redujeron en más de 30% los alumbramientos y la demanda del servicio para control de la gestación en casi 50 por ciento.
El doctor Jaime Reyna Cruz, director del Hospital de la Mujer, señaló que en el 2021 y todavía el año pasado se registró una reducción muy importante en la actividad en esa unidad especializada, motivada por una serie de factores relacionados con la contingencia sanitaria, las medidas de aislamiento y las restricciones que se dispusieron para cortar las cadenas de transmisión del coronavirus.
El año pasado se cerró en el Hospital de la Mujer con alrededor de 6 mil nacimientos, cuando antes de la pandemia el saldo oscilaba entre los 9 mil y los 10 mil partos naturales y cesáreas, lo que implica una caída importante en la natalidad en esa que es la unidad donde más alumbramientos se atienden en el Estado.
La situación no resultó ser diferente en el caso de los servicios de consulta y de otras áreas del hospital, donde también hubo una menor demanda de atención por la caída en los embarazos y porque muchas de las mujeres en control del proceso de gestación decidieron blindarse en su mismo domicilio y evitar en la medida de lo posible la visita al hospital para evitar riesgos de contagio.
Sobre el particular, el doctor Reyna Cruz dijo que también se difirieron las consultas en lo más álgido de la contingencia sanitaria, precisamente para no comprometer la salud y el embarazo mismo de las mujeres, lo que terminó por dar un buen resultado puesto que fueron contados los casos donde se reportaron complicaciones durante el período de gestación y en la etapa del alumbramiento de las mujeres embarazadas.
Según las estadísticas de los alumbramientos, en el 2019 se cerró con poco más de 9 mil partos atendidos en el Hospital de la Mujer y para el 2022 la cifra fue de no más de 6 mil, mientras que en el 2021 el saldo de los nacimientos todavía fue menor puesto que fue el año en el que más cuidados hubo en todos los sentidos por ser uno de los momentos más delicados y peligrosos de la contingencia sanitaria que provocó la aparición del Covid-19.