Madrid, 5 feb (EFEUSA).- Tras casi un año cosechando éxitos entre el público y la crítica, «Dolor y gloria» parece tener solamente un fallo, una mala suerte, un imponderable: haberse estrenado en el mismo año que «Parasite», marcada en todas las quinielas de los Óscar.
Desde su proyección en Cannes, los filmes de Bong Joon-ho y Pedro Almodóvar han mantenido un pulso constante en la carrera por los galardones, aunque de momento la cinta surcoreana no da tregua a «Dolor y gloria»: Palma de Oro, Globos de Oro o BAFTA sitúan al thriller asiático como favorito también en la pugna por el Óscar a mejor película internacional.
Son las favoritas, pero no las únicas competidoras: otras tres cintas europeas, de lo más variopintas, completan la lista de las cinco películas candidatas a hacerse con el gran reconocimiento de Hollywood como mejor filme internacional.
«PARASITE», EL THRILLER UNIVERSAL
Bong Joon-Ho llega a los Premios Óscar con sus dos BAFTA aún relucientes, el de mejor película de habla no inglesa y el de mejor guion original, que reafirman a «Parasite» en todas las apuestas para alzarse también con la estatuilla hollywoodiense más cotizada, al menos en la categoría internacional.
La gran victoria de la obra surcoreana es conseguir calar por igual en todo el mundo, haberse convertido en un thriller universal, que trata una problemática -la de las clases sociales y su inmovilidad- presente en todos los rincones.
«Parasite» ha roto con las más altas expectativas y podría hacer historia, pese a no contar con el respaldo de Hollywood, al colarse también en la disputa por el premio a mejor película.
«DOLOR Y GLORIA», EL DRAMA PERSONAL
Las primeras pinceladas de la historia de Salvador Mallo anuncian una historia íntima. El tono cercano y personal no ha impedido que la vida del cineasta haya llegado a emocionar allá donde ha ido, superando las fronteras.
Ha sido un año perfecto para Pedro Almodóvar -él mismo se declaró «pletórico» tras la ceremonia de los Goya (premios de la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de España), en la que logró los reconocimientos a mejor guion, dirección y película-, pero podría haber sido superlativo si no se hubiera topado con «Parasite» en el camino.
Si bien «Dolor y gloria» no tuvo rival en los Premios Goya, se hace igualmente difícil imaginar a Penélope Cruz gritando, de nuevo, ante el Dolby Theatre de Los Ángeles, aquello de: «¡Peeedrooo!».
«LES MISÉRABLES», UN GRITO DE ALARMA SOCIAL
En la «banlieue» parisina de Montfermeil, un barrio periférico y olvidado, se hacinan por igual inmigrantes y franceses de origen africano. Ladj Ly es uno de los franceses de segunda generación que habitan las calles de Montfermeil, y ha querido hacer de su primera película un «grito de alarma» por la situación del suburbio en el que ha pasado toda su vida.
«Les misérables» narra, a partir de una historia real, dos días en la vida de la «banlieue», en la que se suceden los enfrentamientos con agentes de policía y entre los diferentes grupos que lo habitan.
La obra de Ly llega a los Óscar con un palmarés nada desdeñable en su mochila: Premio del Jurado en su estreno en el Festival de Cannes, Goya a Mejor Película Europea y triunfadora en los Premios Lumières del cine francés, en los que ganó tres trofeos, entre ellos, el de mejor película.
«HONEYLAND», LA PREOCUPACIÓN MEDIOAMBIENTAL CALA EN HOLLYWOOD
Hatidze es una apicultora que vive con su madre enferma en las montañas de Macedonia del Norte. Siguiendo su día a día, «Honeyland» plasma las amenazas de la sociedad actual y alerta de los peligros que corre el planeta.
La cinta macedonia comparte con «Parasite» el privilegio de luchar por dos estatuillas: es el primer filme que opta al premio a mejor película internacional y además al de mejor documental, categoría en la que compite con «American Factory», «The Edge of Democracy», «The Cave» y «For Sama».
El tratamiento realista de la problemática medioambiental les ha valido a Tamara Kotevska y Ljubomir Stefanov el reconocimiento de su cinta como mejor película de no ficción por el Círculo de Críticos de Cine de Nueva York.
«CORPUS CHRISTI», EL BUEN MOMENTO DEL CINE POLACO
Daniel es un joven de 20 años que, después de abandonar el reformatorio, decide convertirse en sacerdote en un pequeño pueblo en Polonia; todo un reto por sus antecedentes penales.
Se trata de una película basada en hechos reales con la que Jan Komasa transporta a la mentalidad y la idiosincrasia polaca. Una historia muy diferente a la de «Miasto 44» (2014), retrato de la insurrección de Varsovia, con la que Komasa llegó al gran público.
«Corpus Christi» es la cuarta película polaca en ser nominada al Óscar a mejor película internacional en los últimos diez años, hecho que ratifica el buen momento que atraviesa el cine polaco.