Empresarios del transporte urbano destaparon la cloaca al sostener que no se descarta que las autoridades o familiares de autoridades de muy alto nivel de Gobierno del Estado hayan comprado o prestado sus nombres para adquirir los camiones que se trajeron del Estado de México para sustituir a las unidades importadas de China que se desactivaron del servicio para presionar a sus propietarios a apoyar y venderle sus acciones al Grupo ADO.
“Se hizo un auténtico cochinero para tratar de enmendar el problema que se creó con la desactivación de los camiones de la Línea Express, pues los camiones no son de ADO, sino de gente de primerísimo nivel de Gobierno que los adquirió como chatarra en una licitación que se hizo en el Estado de México, para entrarle al negocio del transporte urbano”, aseguraron concesionarios y choferes de camiones consultados sobre la propiedad de tales unidades.
“No se sabe bien porque en el sector lo que impera es el rumor, pero está muy fuerte la versión de que los camiones que se trajeron de Texcoco son de personas de muy alto nivel del Gobierno y de la misma Coordinación de Movilidad, aunque claro que no figuran como los propietarios porque para eso están los familiares o quienes hacen negocios de este tipo con las autoridades, ese es un secreto a voces”, explicó el chofer de uno de los camiones de modelo atrasado y que no cumple los requisitos que marca la Ley de Movilidad para prestar el servicio.
“No se sabe si las chatarras de camiones que se trajeron de fuera se quedarán en el servicio y se utilizarán para cubrir algunas rutas, después de que termine el problema con los de la Línea Express, pero lo que sí es un hecho es que no son los camiones de ADO, porque no es creíble que esa empresa comprometa su prestigio e imagen metiendo unidades que están buenas para el kilo de fierro viejo”, subrayó uno de los concesionarios que habló sobre el tema bajo la condición de que se reservara su nombre.
Sostuvo que “la gente del Gobierno sólo mete la mano al transporte y a muchos otros programas para dos cosas, para hacer negocio y para regarla, no le interesa la gente, en este caso los usuarios, y la calidad del servicio, sino lo que pueda sacar de provecho, como ocurre ahora en que para tapar un hoyo que ellos mismos generaron por su ambición y por hacer negocio con el grupo que controlará el transporte urbano, se vieron obligados a traer camiones de desecho que están peor que los que se tenían antes de la llegada de los camiones chinos”.