El Hospital Hidalgo cuenta con un selecto grupo de médicos especialistas para atender a las personas que desarrollan la enfermedad de Parkinson, padecimiento neurodegenerativo que afecta principalmente a hombres y mujeres mayores de 60 años y que requiere de un tratamiento especial.
El Parkinson se debe esencialmente a causas genéticas y su principal síntoma se enfoca al temblor en las manos, los brazos, las piernas, la mandíbula o la cabeza, así como la rigidez muscular, donde el músculo permanece contraído durante mucho tiempo; lentitud de movimiento; deterioro del equilibrio y la coordinación, lo que a veces provoca caídas.
Sobre el particular, el neurólogo Óscar Godoy Castañeda aseveró que el Parkinson no está relacionado propiamente a la edad de las personas, sino a una serie de factores que aún se siguen estudiando para mejorar el tratamiento que se le debe dar a este padecimiento discapacitante.
El especialista de la centenaria institución insistió que algunos síntomas que presentan los pacientes con este padecimiento son: rigidez; temblor en brazos y piernas unilaterales, especialmente durante el reposo; lentitud o torpeza en los movimientos; dificultad al caminar; disminución en el movimiento, e inestabilidad postural.
Asimismo indicó que el Hospital Hidalgo brinda tratamiento contra el Parkinson, por lo que actualmente atiende a 80 pacientes, la gran mayoría de los cuales resultan ser personas de edad avanzada, aunque también se sabe de casos en personas relativamente jóvenes.
El doctor Godoy explicó que uno de los tratamientos para los pacientes afectados por el Parkinson es el neuroestimulador cerebral, el cual ayuda a proporcionar mejor calidad de vida y disminuye la sintomatología; sin embargo, hasta hoy no existe un tratamiento que cure dicho padecimiento.
El neurólogo dejo en claro que no existe ninguna forma de prevenir la enfermedad de Parkinson, ya que es un padecimiento neurodegenerativo, no hereditario, pero se presenta con mayor frecuencia en personas de la tercera edad que no llevan un estilo de vida saludable y con poca actividad física; después de los 60 años es recomendable realizarse un chequeo médico periódicamente para detectarlo oportunamente y comenzar un tratamiento adecuado con médicos especialistas.