CIUDAD DE MÉXICO, (EL UNIVERSAL).- Fue un domingo familiar, en el que los ciudadanos salieron en medio de la pandemia y lo hicieron a restaurantes, a pasear o a trabajar, no a participar en la consulta popular que buscaba enjuiciar a políticos del pasado.
En un recorrido realizado por EL UNIVERSAL fue posible constatar que en tres de las casillas de la colonia Roma Norte el panorama común era mesas vacías, silencio y urnas semivacías, pero restaurantes que estaban a unos pasos lucían llenos.
A dos cuadras de Palacio Nacional, en la mesa 4749 y que le correspondía al presidente Andrés Manuel López Obrador, comerciantes ambulantes del Centro Histórico se formaron.
Jóvenes en motos tomaban fotos de quienes se formaban, otros organizaban la fila y arengaban: «Queremos votar».
En medio de la tensión, un funcionario del INE dejó claro que ahí sólo votarían quienes les correspondía.
Había grupos de hasta 40 personas. Llegó la policía y luego refuerzos. La movilización masiva se detectó en otras cuatro mesas cercanas al Palacio Nacional.
Al norte de la Ciudad de México, en la Gustavo A. Madero, el desconocimiento, desinterés y la falta de tiempo fueron los principales motivos por los que la ciudadanía no participó.
Jaime Ruíz, chofer de la ruta Casas-Antena, confesó que ni siquiera sabía sobre la realización del ejercicio.
«¿Cuál consulta? No, no sabía, pues ahora sí que nos la pasamos aquí en el autobús, no nos da tiempo de ver televisión, no me enteré, la verdad», expresó.