CIUDAD DE MÉXICO, febrero 26 (EL UNIVERSAL).-
Patricio Borghetti fue la primera persona que notó que Ricardo Casares no se sentía bien, de hecho, fue él quien lo llevó al hospital a sólo unos minutos antes de que comenzara la emisión de hoy de «Venga la alegría», cuando el periodista de espectáculos comenzó a experimentar un dolor en el pecho que más tarde desencadenaría el infarto del que fue víctima esta mañana.
Durante el mediodía, la producción del matutino de TV Azteca, a poco de que finalizara su emisión, contó al público que si Ricardo Casares no había precedido «La zona de los espectáculos» era porque había sufrido un infarto, minutos antes de que iniciara el programa.
Afortunadamente, el conductor de 43 años ya se encuentra fuera de peligro. Sin embargo, por la mañana, la producción atravesó momentos muy angustiantes por el padecimiento de Casares, pues en principio, no sabían qué era lo que le sucedía, pero fue Borghetti el primero en detectar que se trataba de una situación delicada que debían de abordar inmediatamente.
En entrevista con «Ventaneando», el argentino relató cómo sucedieron los hechos, pues él fue la persona que vio a Ricardo cuando este trataba de restablecerse en una de las bancas ubicadas fuera del foro donde se graba el matutino.
«Venía yo llegando a mi llamado normal y veo que va saliendo del foro, se cruza, pensé que se había tropezado porque se venía como agarrando el pecho y se sienta ahí, en esa banquita que está ahí», contó.
El comportamiento de Casares le extrañó a Pato por lo que, inmediatamente, se acercó para preguntarle qué era lo que le estaba pasando. Fue entonces, que el periodista le dijo que tenía un fuerte dolor al centro del pecho, que se extendía por su brazo derecho, lo que hizo dudar al argentino acerca de si se podría tratar de un infarto o no.
«Esta como quejándose, le dije: ‘-¿Qué pasó?, ¿qué pasó?’, me dijo: ‘-Me duele el pecho, pero raro, me arde y me duele la mano’, pero era la mano derecha, entonces dije: ‘-No, pero espérate, tranquilo, la mano derecha no es, la izquierda es la del infarto’, pero ahorita investigando (vimos) que también puede ser la derecha», indicó.
Fue así que Pato y Ricardo llegaron a la determinación de que lo mejor era llamar a una ambulancia, pero al poco tiempo, el argentino prefirió ser él mismo quien lo trasladase a un hospital en el automóvil de Maru Silva, productora del programa, que prestó su vehículo para agilizar la llegada del conductor a la atención médica que requería.
«Lo agarré, es mi hermano, compartimos camerino desde hace siete años, llamé a la ambulancia y, cuando estaba pasando los datos dije: ‘-¿Sabes qué?, mejor te llevo yo al hospital, vamos a hacer más rápido’, justo iba entrando Maru la productora, dijo: ‘-Llévenselo’, en menos de un minuto estaba saliendo de aquí y eso hizo que llegaran a tiempo para intervenirlo», contó.
Pato se conmovió, al punto de las lágrimas, al reconstruir los hechos y al destacar que, por fortuna, Ricardo no estaba solo en su casa cuando presentó los síntomas de su infarto.
«Fue una bendición que fuera acá, que quede en un susto nada más…», dijo con voz entrecortada. «Y nada, no fue fácil… te queremos, Ricky, te esperamos acá pronto, recupérate, relájate, no veas el futbol, ahora pura calma y aquí te vamos a estar esperando cuando vuelvas, te queremos», finalizó.