Zúrich (Suiza), 6 dic (EFE).- Las nuevas herramientas genómicas han cambiado el panorama para pacientes con cánceres agresivos o que antes eran intratables, pues ahora apuntan hacia la cronicidad y una mayor supervivencia, dijo un experto.
«Hace diez años, un paciente con cáncer de pulmón, uno de los más agresivos, no vivía más allá de seis meses tras su diagnóstico. Hoy puede vivir, por lo menos, cinco años», explicó a Efe Matheus Vieira, líder de estrategia integrada y acceso médico de Roche Pharma Global.
Son las pruebas genómicas, herramientas que permiten un conocimiento amplio y detallado de los tumores y tratar mejor a cada paciente, las que han provocado este cambio.
En el perfilamiento genómico se analizan 324 genes y con base en ello los doctores pueden saber si un paciente es candidato a cierto tratamiento.
No hace mucho tiempo los pacientes que eran diagnosticados con cánceres en etapas avanzadas, que ya tenían la enfermedad esparcida por diversos órganos del cuerpo (metástasis) o con un tipo raro de la enfermedad, no tenían más opciones que la quimioterapia.
Este tratamiento, además de tener un alto nivel de toxicidad y efectos secundarios, en muchos casos llegaba a un punto en el que ya no funcionaba para el paciente. «A esos pacientes lo único que les restaba era esperar la muerte», manifestó Vieira.
En ese camino no solo se perdía tiempo valioso para el enfermo sino recursos económicos, ya que se estima que tan solo en países latinoamericanos el coste de atención de un paciente con cáncer en etapas avanzadas es de por lo menos 500.000 dólares anuales.
Y este costo se agudiza si los pacientes no responden a las terapias. De hecho, se estima que solo 20 % de quienes padecen cáncer en etapas metastásicas responden a tratamientos como la inmunoterapia.
Además, en países como México alrededor de 75 % de los pacientes son diagnosticados en etapas avanzadas, destacando como los tipos más frecuentes de cáncer los de pulmón, mama, próstata, hígado, cervicouterino y gástrico.
Es por ello que es tan valioso conocer el tipo de tumor que están desarrollando los pacientes y cuál es la terapia que les ayudaría a vivir por más tiempo.
Es ahí cuando el rol de las pruebas genómicas se vuelve fundamental.
En Latinoamérica este tipo de pruebas ya están disponibles en países como Brasil y Chile, donde se han realizado más de 120 tests. En México se encuentran en el mercado desde marzo de 2017 y el país ya acumula más de 500 perfiles.
Actualmente la indicación de estas pruebas solo es para pacientes con estadios metástasicos, que son detectados en etapas 3 y 4, y para pacientes que tienen cáncer primario desconocido; es decir, del que no se sabe exactamente su origen.
De acuerdo con personal de la compañía Foundation Medicine, lo valioso de estas pruebas no es la técnica sino la interpretación de los datos y la precisión de la información sobre las mutaciones encontradas, ya que esto permite un diagnóstico mucho más preciso.
Este tipo de pruebas todavía no están disponibles en instituciones públicas de la región, debido principalmente a los altos costos -oscilan entre 4.700 y 5.000 dólares – y a la poca información y conocimiento que tienen los médicos de ellas y sus beneficios.
Sin embargo, Foundation Medicine está buscando, por lo menos en México, tener acercamiento con personal de salud a nivel público para que las conozcan y valoren los beneficios que pueden otorgarles a ellos y sus pacientes.
Mientras que en el sector privado la mayoría de las aseguradoras las contemplan dentro de sus servicios, siempre y cuando un oncólogo certificado solicite la prueba.
En la actualidad Foundation Medicine es la única empresa de perfilamiento genómico respaldada por la Administración de Alimentos y Fármacos (FDA), agencia estadounidense responsable de la regulación de los medicamentos, para realizar estas pruebas en Latinoamérica.