Los Ángeles, 12 jul (EFEUSA).- En México, el crimen y la corrupción pueden cobrarse una nueva víctima, el océano, alerta el periodista Carlos Loret de Mola en una entrevista con Efe sobre «Sea of Shadows», el documental que muestra los daños por la pesca ilegal de totoaba, un pez cuyo negocio es «más jugoso que la cocaína».
La totaba vive en las costas mexicanas y está rodeada de un poderoso misticismo: En la cultura china, su vejiga es símbolo de poder, estatus y salud. Tal combinación provoca que los más adinerados lleguen a pagar «entre 80.000 y 100.000 dólares por un ejemplar», señala Loret de Mola en una conversación telefónica con motivo del estreno este viernes de la cinta, en la que participó.
Pero la pesca indiscriminada de este animal está prohibida por sus terribles efectos secundarios, ya que provoca la muerte de la vaquita marina, un cetáceo del que solo quedan «entre 15 y 22 ejemplares en todo el mundo» -que cae en la redes de pesca de la totoaba-, y cuya extinción supondría un grave desajuste en la cadena alimentaria y la vida marina.
«Shea of Shadows», un documental producido por Leonardo DiCaprio y National Geographic, se adentra en el negocio de las mafias que controlan la pesca ilegal de este animal, una industria criminal que maneja millones de dólares y que, como recuerda Loret de Mola, «es un negocio más jugoso que la cocaína».
«Nosotros comenzamos con un documental sobre los efectos medioambientales y terminamos descubriendo una trama ilegal rodeada de corrupción en México», explica el periodista sobre los resultados arrojados por una trepidante investigación narrada con un ritmo vertiginoso.
Según Loret de Mola, la situación es «peor que nunca», ya que «las autoridades han rebajado mucho la vigilancia».
«Antes el Gobierno daba una compensación de 3.000 pesos (unos 150 dólares) a quienes no salían a pescar totoaba, pero desde hace 7 meses los pescadores se quedaron sin compensación», denuncia Loret de Mola, quien participó activamente en la creación del documental y ha recibido amenazas de muerte por señalar a los responsables de las mafias en su informativo televisado.
La realidad es que el dinero sucio de la totoaba ha impregnado numerosas ciudades costeras del estado mexicano de Baja California, donde a cinco horas en coche de la metrópoli de Los Ángeles (EE.UU.) las mafias y los grupos organizados controlan una poderosa red criminal basada en la pesca de este animal, pero, ¿Quién paga estas cantidades en el mercado negro?
«Sobre todo ricos de origen chino que viven en ciudades como Nueva York, Shanghai y Hong Kong -responde el periodista-. En su cultura, es un símbolo de estatus servir totoaba en una cena, un evento o un boda».
Ante la pasividad de ciertas autoridades locales mexicanas, corrompidas por los sobornos y la violencia, las chinas tampoco hacen mucho por frenar la destrucción del océano compartido, aunque, de acuerdo con el periodista «hubo cierta cooperación en un momento».
«Las autoridades chinas desmantelaron una red de 20 traficantes de totoaba», sostiene.
Tal y como muestra «Sea of Shadows», hablar de esta circunstancia es un tema prohibido en numerosos pueblos y puertos de México, en los que es difícil esquivar la presión de las mafias que dominan la actividad y la pesca.
«Me parece equivocado agarrarla contra los pescadores, es fácil, pero dónde hay que poner el foco es en niveles más altos», advierte Loret de Mola.
Muchas de las personas que hablan ante las cámaras piden el anonimato por el clima violento que reina en su comunidad, otros se tapan la cara cuando ven las cámaras pasar y algunos colaboran en silencio mientras los activistas llegan para tratar de salvar a los pocos ejemplares restantes de vaquita marina.
«Shea of Shadows», dirigida por Richard Ladkani y con la colaboración de la organización ecologista Elephant Action League, recibió el premio del público en el pasado festival de Sundance y llega a cines seleccionados este viernes, al tiempo que formará parte del catálogo de documentales de National Geographic.