La situación financiera de Petróleos Mexicanos (Pemex) está aumentando el riesgo de degradación de la calificación crediticia de México, advirtió el Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF).
Incluso, de concretarse los planes del gobierno que hablan de una supuesta absorción de 40 mil millones de dólares de la deuda de la petrolera en los próximos seis años, las finanzas públicas entrarían en una situación delicada que nos llevarían a una baja en la calificación, sentenció.
Según cálculos del IMEF, de cargar con esa deuda, aunque no sea de inmediato, sería oneroso porque 40 mil millones de dólares de deuda nominal de Pemex que se está cotizando actualmente en el mercado secundario más o menos 70 centavos de dólar, implicaría una inversión federal de 28 mil a 30 mil millones de dólares.
Eso sería adicional a lo que ya se ha dado en apoyos; al ver la ayuda extraordinaria que ha recibido, son alrededor de 10 mil millones de dólares, indicó.
«Aumentar la carga al soberano de 30 mil millones de dólares para hacer un programa de recompra de deuda de esa magnitud, definitivamente empeoraría la situación fiscal de México», dijo el presidente del Comité Nacional de Estudios Económicos, Víctor Manuel Herrera.
En conferencia de prensa, explicó que con ello no se podrá reducir el déficit fiscal de la «noche a la mañana»; por eso, por los economistas que participan en la encuesta del IMEF prevén que no se cumplirá la meta para el 2025 de disminuir dicho saldo negativo en las finanzas del país, puntualizó.
«Esto pudiera ser una carga adicional que pudiera acelerar la baja de calificación del soberano; las calificadoras veían un déficit de una sola vez no tan bueno, pero vemos que se le va sumando más la carga fiscal lo que puede causar un daño en la calificación crediticia del país», enfatizó.
Por su parte, el presidente del IMEF, José Domingo Figueroa, señaló que hay que tomar en cuenta que las aportaciones federales en lo que va del sexenio ascienden a alrededor de 105 mil millones de dólares.
Esto ha hecho que las finanzas públicas están bajo un estrés muy importante», matizó.
Sin duda alguna una de las grandes preocupaciones será el déficit público que se colocará en 6% del producto interno bruto (PIB) con la presión de Pemex este año y el siguiente, alertó.
Para el IMEF, ante la oportunidad de varios proyectos de relocalización, fenómeno conocido como nearshoring, en nuestro país, la oferta estable de energía eléctrica es un parámetro primordial para que las inversiones se materialicen.
Al respecto, el presidente del Comité Técnico Nacional de Infraestructura y Energía, Gerardo Canseco Romero, aseguró que los recientes apagones mandan una señal muy negativa para los planes de relocalización de las cadenas productivas en nuestro país.
Urgió a los encargados de la regulación, a mandar mensajes claros y actuar de inmediato para resolver este problema en el corto plazo, ante una mayor demanda de electricidad porque cada vez dependemos de procesos más automatizados.
La distribución y transmisión de energía limpias, además de sumarse al desarrollo y uso de tecnologías país, debe ser una prioridad por el impacto que tienen las olas de calor en la salud de las personas y en la economía del país, señaló el IMEF al fijar su posición sobre lo que está pasando.
No debemos olvidar que las inversiones en el sector eléctrico son cuantiosas y de largo plazo, por lo que se debe tener presente que para cualquier plan que se desarrolle debe haber certeza jurídica y la participación de la inversión privada, consideraron los ejecutivos de finanzas del país.