México.- El peso se cotizó esta semana en mínimos de 22,15 y máximos de 22,89 por dólar debido a factores como el desarrollo de la pandemia del coronavirus SARS-CoV-2 y la debilidad de los datos económicos de México, de acuerdo con analistas.
Durante la semana se reportaron récords de casos diarios de coronavirus en Estados Unidos y en México, y es cada vez más evidente de que la recuperación económica global no será en forma de «V», indicó la directora de análisis económico-financiero de Banco Base, Gabriela Siller.
Señaló que por ahora, en el corto plazo, el peso sigue acotado entre los 22 y los 22,90 unidades por dólar.
El peso mexicano fue la quinta divisa más apreciada en esta semana por debajo de la rupia india, el séquel israelí, el won surcoreano y del peso argentino, manifestó.
El factor de mayor impacto en el tipo de cambio del peso ante el dólar es la pandemia del coronavirus, pero los datos económicos débiles reportados generan la idea de que el tipo de cambio pudiera presionarse en el largo plazo.
Siller explicó que en el muy corto plazo los fundamentos económicos de México «no inciden directamente en el tipo de cambio», aunque en el largo plazo «lo presionarán debido a la debilidad que se ha mostrado en los datos».
Como ejemplo señaló que la producción industrial de México se ubicó esta semana en un nivel de 71,79 puntos, el menor desde 1996, mostrando a tasa anual una caída de 29,69 % e hilando 20 meses de retrocesos.
«Esto es evidencia de que la actividad industrial ya mostraba una tendencia de baja que se ha profundizado con la llegada de la COVID-19», precisó la ejecutiva de Banco Base.
Señaló la posibilidad de que en el corto plazo, los fundamentos económicos del país repercutan también en los ingresos tributarios y presionen las finanzas públicas, incrementando la posibilidad de que al cierre del año, el dólar pueda situarse alrededor de los 24 pesos.
Siller agregó que esta semana el emisor Banco de México publicó las minutas de su pasada reunión de la política económica «con un tono bastante acomodaticio pero con cautela debido a que prevalecen riesgos para la inflación y depreciación del peso».