Aguascalientes.- Entre el Covid-19 y la influenza hay pocas diferencias, por lo que al iniciar desde ayer la Temporada de la Influenza Estacional 2020-2021 se hace imprescindible y de vital importancia el uso del cubrebocas y el reforzamiento de las medidas personales de protección para evitar los contagios y sus complicaciones, afirmó el médico infectólogo Francisco Márquez Díaz.
Sostuvo que ambas infecciones respiratorias agudas resultan ser igualmente peligrosas cuando no son diagnosticadas y tratadas de manera oportuna, por lo que al inicio de la circulación de los virus de la influenza se hace necesario activar y mantener de manera permanente las medidas de prevención de los contagios.
Está comprobado que la influenza es menos contagiosa que el coronavirus, además se cuenta con la ventaja de que para la gripe estacional existe vacuna y tratamiento, mientras que en el caso del Covid-19 aún se sigue en la búsqueda de la vacuna para paliar sus efectos.
En lo sucesivo el uso de la mascarilla o cubrebocas debe verse como un hábito que debe ser atendido en la vía pública por todas las personas, puesto que con el inicio de la temporada de influenza se incrementa de manera considerable la circulación de los virus en el ambiente y sus ataques, además se debe tomar en cuenta que es una enfermedad viral contagiosa.
Explicó que la influenza es una enfermedad viral que se transmite por las gotitas de saliva que se generan al hablar, toser o estornudar, y que se manifiesta a los dos días aproximadamente, caracterizándose por la fiebre, escalofríos, dolor de cabeza y cuerpo, tos, congestión nasal, dolor de garganta y fatiga.
Las complicaciones de la influenza suelen presentarse durante la primera semana, y para prevenirla o aminorar sus efectos se cuenta con una vacuna, así como con una serie de tratamientos que dan resultados positivos cuando la enfermedad se atiende en sus etapas iniciales.
Por su parte, el Covid-19 es una enfermedad viral que resulta ser más contagiosa que la influenza y que se transmite por las gotitas expulsadas al hablar, toser o estornudar, y cuyos síntomas se manifiestan a los cinco días aproximadamente; los síntomas más comunes suelen ser la fiebre, escalofríos, dolor de cabeza y cuerpo, tos, falta de aire, fatiga y la pérdida de peso, siendo durante la segunda o tercera semana cuando se presentan las complicaciones.