México, 15 ene (EFE).- México alberga aproximadamente el 10 % de las especies vegetales del planeta y cuenta con alrededor de 60 especies de plantas nativas, entre las que se encuentran el maíz, chiles, calabaza, aguacate, amaranto y vainilla, claves para la seguridad alimentaria.
Mediante un comunicado emitido este miércoles, la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader) de México destacó que por la importancia de estos alimentos «es fundamental conservarlos y utilizarlos de manera sostenible» para que las próximas generaciones puedan disfrutar de sus beneficios.
La dependencia apuntó que para alcanzar esta meta ha puesto en marcha el Proyecto Nacional de Plantas Nativas para la Alimentación y la Agricultura.
Este proyecto tiene como objetivo impulsar el desarrollo de las comunidades rurales, promover el conocimiento, el cultivo y desarrollo de nuevas variedades de plantas nativas.
Asimismo, su transformación «en productos de mayor valor que permitirá establecer un seminario permanente que contenga información documental y gráfica para su promoción».
También explicó que se definirán las bases para la ordenación, conservación, protección y aprovechamiento sustentable de las plantas nativas para la alimentación y la agricultura.
Además, se procurará el derecho de acceso y uso sustentable de los recursos genéticos nativos para garantizar la seguridad alimentaria del país.
La Sader dijo que el programa contará con el apoyo de instituciones como el Servicio Nacional de Inspección y Certificación de Semillas (SNICS), el Instituto de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP) y la Universidad Autónoma Chapingo y el Colegio de Postgraduados.
La seguridad y soberanía alimentaria en México es uno de los 25 objetivos prioridades del Gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, el cual tiene como meta producir en el país los alimentos básicos y estratégicos que demanda la población.
Para alcanzar ese objetivo, se creó el organismo Seguridad Alimentaria Mexicana (Segalmex con el objetivo de favorecer la productividad agroalimentaria, su distribución en beneficio de la población más rezagada del país y brindar alimentos de calidad nutricional, a precios accesibles.