CULIACÁN, Sin. enero 8 (EL UNIVERSAL).- En la jornada humanitaria en la sindicatura de Jesús María, en donde se distribuyeron mil 100 despensas, 50 tanque de gas con sus parrillas, se brindó consultas médicas y reparación de viviendas, un grupo de pobladores increparon a las autoridades militares y estatales por la secuela de la violencia que vivieron.
Los habitantes de este medio rural, donde la madrugada del jueves pasado, fue recapturado Ovidio Guzmán López, reclamaron haber permanecido sin luz eléctrica, agua potable, telefonía y sin poder salir de este lugar por casi cuarenta horas.
Durante la jornada de asistencia, los servicios médicos que formaron la caravana de apoyo, en la que se incluyó cuadrillas de la Comisión Federal de Electricidad que lograron restablecer el suministro a la sindicatura, se brindaron sesenta consultas a niños y adultos y se atendió en sus propios hogares adultos mayores con problemas de movilidad.
El gobierno del estado difundió que en esta jornada de beneficio se entregaron medicamentos a la población que los requirió, se brindó atención psicológica, oftalmológica, odontológica y consultas a pacientes con padecimientos degenerativos, como son diabetes e hipertensión arterial.
Dio a conocer que, en una dura jornada, la Comisión Federal de Electricidad logró restablecer el fluido eléctrico en los hogares y con ello el suministro del agua potable, en los poblados donde se presentó el problema.
En su comunicado oficial, se informó que un reducido grupo de pobladores de Jesús María manifestó su comprensible molestia con los recientes sucesos que se presentaron en esa zona del norte de la capital del estado.
Los elementos del ejército que desplegaron el operativo DN-111, instalaron una cocina móvil para elaborar alimentos calientes y el Sistema de Desarrollo Integral de la Familia distribuyo despensas alimentarias y cobertores a los habitantes de las comunidades y rancherías, como parte de la caravana humanitaria.
En una amplia zona del acceso a esta sindicatura, ubicada a 49.2 kilómetros al norte de la capital del estado, la Secretaría de Seguridad Pública coadyuvo al retiro de los restos de treinta y seis vehículos, la mayoría con blindaje artesanal y unidades militares que resultaron destruidas por los impactos de bala.