Ocosingo (México), 2 ago (EFE).- Cinco policías estatales permanecen retenidos desde el 18 de julio pasado a manos de los pobladores de la comunidad de Río Florido en demanda de la liberación de su dirigente Javier González Díaz, detenido por las autoridades del suroriental estado mexicano de Chiapas.
Tras más de 15 días de esta retención, los habitantes de Río Florido señalaron a los medios de comunicación que los policías, dos ministeriales y tres estatales, se encuentran en buen estado de salud, sin embargo, no serán liberados a hasta ver a Javier González Díaz «libre y sin antecedentes penales».
La captura de González, líder del Frente Nacional de Lucha por el Socialismo (FNLS), desencadenó el 18 de julio una protesta en la que fueron retenidos los policías estatales así como vehículos de varias empresas, entre ellos uno de transporte de valores que llevaba un aproximado de 11 millones de pesos (unos 578.947 dólares).
La Fiscalía General de Justicia de Chiapas señaló en un comunicado de prensa que ya existen varias órdenes de aprehensión contra integrantes del FNLS por los incidentes en Ocosingo, sin precisar los nombres ni los cargos que se han presentado.
Los habitantes señalan que son víctimas de una campaña de represión y de estigmatización de parte del Gobierno federal, que solo busca un pretexto para ingresar a la comunidad por lo que temen una agresión contra una población mayoritariamente de mujeres y niños.
«Hay varios intentos de entrar tanto por tierra y por aire, el día de ayer estuvo sobrevolando un helicóptero y el impacto es primero para los niños, porque desde muy pequeña edad empiezan a conocer el terror», declaró a Efe Daniel Gómez, habitante de Río Florido.
La situación en Río florido es tensa ya que se teme que la Guardia Nacional y la seguridad del estado de Chiapas intenten rescatar a los policías retenidos.
«No vamos a retroceder, no vamos a echar abajo lo que hemos hecho; el Estado nos está obligando a seguir adelante y esto nos avisa que se tiene que reorganizar el FNLS de mejor forma, también nos da un respiro para ver cómo vamos a manejar a la Guardia Nacional», puntualizó Gómez.
Río florido, ubicada en el municipio de Ocosingo, es una comunidad de más de 600 personas, muchas de las cuales se dedican a la producción de maíz y de café.
Ante la falta de negociación con el Gobierno del estado se han atrincherado en más de 500 hectáreas.
Mujeres, niños y jóvenes portan en mano palos, machetes y han construido armas caseras (cohetones y petardos) para defenderse en caso de que entre la fuerza pública.
Mientras tanto, Eineli Magali, hija de Javier González Díaz, ha iniciado una campaña para liberar a su padre y ha exhortado a las autoridades a liberar al campesino.
«Sugiero la libertad incondicional de mi papá, Javier González Díaz, porque el Estado lo está acusando de ser un delincuente y él no es lo que el Estado está diciendo. Mi papá es un rehén político», señaló en rueda de prensa.