Quito, 21 feb (EFE).
Militares y policías de Ecuador han detenido a 9.210 personas, 241 de ellas acusadas de presunto terrorismo, en operaciones conjuntas desde el pasado 9 de enero, cuando el Gobierno declaró el estado de excepción y decretó el «conflicto armado interno» para frenar la ola de violencia atribuida a la delincuencia organizada en el país.
Así lo precisó este miércoles el Gobierno en el informe diario sobre las operaciones ejecutadas en cárceles y calles en el marco del estado de excepción.
Hasta ahora las fuerzas de seguridad han ejecutado 115.133 operaciones conjuntas (más de 2.600 cada día), 158 de ellas contra bandas criminales denominadas ahora por las autoridades como grupos terroristas.
Además, se han incautado más de 64 toneladas de drogas, 2.723 armas de fuego, 12.870 explosivos, 188.517 balas, 1.311 cargadores de balas y 4.014 armas blancas.
Durante el estado de excepción las fuerzas del orden han abatido a 8 personas a las que han identificado como terroristas; han fallecido dos miembros de la Policía y no se han registrado bajas en las filas castrenses.
Los agentes también han recuperado 979 vehículos, 1.046 motocicletas y 28 embarcaciones; además de 64,3 kilos de droga, 238.211,14 dólares y 85.288 galones de combustible (unos 322.832 litros).
En la estadística se mantiene la cifra de 34 reos recapturados, de los casi 90 que se fugaron de las cárceles donde, a comienzos de año, ocurrieron varios motines de reclusos que retuvieron a 200 personas, entre guardias y policías, que lograron ser liberados.
Tras declarar el «conflicto armado interno», el Gobierno del presidente Daniel Noboa identificó a al menos 22 grupos del crimen organizado transnacional y los ubicó «como organizaciones terroristas» y «actores no estatales beligerantes».
Al señalar a esos grupos como beligerantes, el mandatario abrió una puerta legal para que las Fuerzas Armadas junto con la Policía actúen con todos sus recursos para neutralizarlos.
La espiral de violencia en Ecuador se desató cuando aparentemente el presidente de Ecuador se disponía a poner en marcha su Plan Fénix contra el crimen.
En principio, esa estrategia buscaba recuperar el control de las prisiones, muchas de ellas dominadas internamente por grupos de delincuentes, cuyas rivalidades dejaron más de 450 presos asesinados desde 2020 en una serie de masacres carcelarias.
Sin embargo, la violencia carcelaria saltó a las calles hasta convertir a Ecuador en uno de los países más violentos, con 45 homicidios intencionales por cada 100.000 habitantes en 2023.