Washington, 18 mar (EFE News).- El secretario estadounidense de Estado, Mike Pompeo, conversó por teléfono con su homólogo mexicano, Marcelo Ebrard, sobre el coronavirus y una respuesta «coordinada» para evitar su propagación, informó este miércoles el Departamento de Estado.
Según un comunicado del Departamento de Estado, los responsables de Relaciones Exteriores de ambos países dialogaron el martes sobre la «contención y mitigación del brote de COVID-19».
La portavoz del Departamento de Estado, Morgan Ortagus, detalló en la nota que Pompeo expresó su interés en prevenir una transmisión mayor del coronavirus y desarrollar «una respuesta efectiva y coordinada» entre ambos países, que comparten alrededor de 3.170 kilómetros de una frontera porosa, especialmente a la migración.
«Estados Unidos continúa trabajando estrechamente con México en toda la gama de asuntos de política exterior, entre ellos la seguridad de nuestra frontera común», agregó el comunicado.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, confirmó este miércoles que negará la entrada al país a todos los solicitantes de asilo debido a la crisis del coronavirus, aunque no planea por ahora «cerrar» la frontera con México a los viajes no esenciales, como ha ordenado hacer en la de Canadá.
«La respuesta es sí, muy pronto, probablemente hoy», dijo Trump durante una rueda de prensa en la Casa Blanca, al ser interrogado sobre si invocará una ley de EE.UU. con ese objetivo, como adelantó el martes el diario The New York Times.
The New York Times indicó la víspera, citando varios funcionarios, que la Administración de Donald Trump planeaba expulsar de inmediato a México a todos los migrantes que ingresen irregularmente al país a causa del COVID-19.
Esta decisión supone que los migrantes serán devueltos sin ningún periodo de detención, ni el debido proceso.
El Gobierno estadounidense busca con esta medida evitar un contagio del COVID-19 dentro de los centros de detención para inmigrantes en la zona limítrofe con México que pueda afectar también a un gran número de agentes fronterizos, dejando desprotegida la frontera.
Los funcionarios detallaron a The New York Times que muchos de los migrantes que ingresan a EE.UU. llegan enfermos o sin los documentos que acrediten su historial médico.
En los puertos de entrada oficiales, los agentes tan solo dejarán entrar a ciudadanos estadounidenses, residentes permanentes o a los extranjeros de países sin vetos con su documentación en regla.