CIUDAD DE MÉXICO, mayo 9 (EL UNIVERSAL).-
El expresidente estadounidense Donald Trump fue declarado culpable hoy de abuso sexual y difamación en el juicio en su contra por la demanda que presentó la escritora E. Jean Carroll. Sin embargo, el jurado no lo declaró culpable de violación.
De acuerdo con la ley estadounidense un manoseo o toqueteo sin consentimiento constituye ya una agresión o abuso sexual. Una violación implica que una persona penetra a otra por la fuerza. Ambos son considerados delitos graves, pero la violación es más.
Carroll pedía que Trump fuera declarado culpable de violación y difamación, asegurando que Trump la violó en los probadores de un almacén de lujo en la década de los 90 y luego la difamó, al decir que no la conocía y que la acusación solo buscaba granjearle fama a quien por muchos años fue columnista en la revista Elle.
El jurado de la corte de Manhattan determinó que había pruebas suficientes para determinar que hubo abuso sexual, pero no violación, y que también estaba probado que Trump difamó a la demandante. Por ello, determinó una indemnización total de 5 millones de dólares.
El juicio tuvo carácter civil, lo cual implica que Trump no podía ser condenado a prisión.
La razón es que, al no haber testigos del abuso, era muy difícil comprobarlo por la vía penal, donde se le hubiera pedido deliberar si «más allá de toda dura razonable» se cometió la agresión sexual o la violación.
En cambio, en un juicio civil la carga de la prueba de la demanda por agresión es menor.
Carroll sólo debía probar su caso «por preponderancia de las pruebas»; en otras palabras, los miembros del jurado sólo tenían que creer que la versión de los hechos de Carroll tenía más probabilidades de ser cierta que de no serlo.
En Nueva York, explicó el medio NPR, una demanda civil por agresión puede abarcar una amplia gama de contactos físicos no deseados. Además de preguntarse si Trump «violó» a Carroll, se pidió al jurado que considerara si «abusó sexualmente» de ella o la «tocó por la fuerza». El jurado concluyó que sí cree que el expresidente abusó de la mujer, pero no que la violó, y que también cree que la difamó.
Carroll presentó una primera demanda contra Trump por difamación después de que él negara haber abusado de ella o siquiera haberla conocido, luego de que ella publicara un libro donde reveló lo ocurrido.
Luego, aprovechando una ley que le permitió demandar a Trump por el abuso sexual cometido tantos años atrás, presentó una segunda demanda en 2022. En el juicio se revisaron ambas demandas y la indemnización es por ambos casos.
Los abogados del magnate advirtieron que apelarán. Trump defendió su inocencia; calificó el fallo de «vergüenza» y dijo que es parte de la «cacería de brujas» en su contra.