CIUDAD DE MÉXICO, octubre 10 (EL UNIVERSAL).-
Cada 19 de octubre se conmemora el Día Mundial de la Lucha contra el Cáncer de Mama. La efeméride tiene elementos distintivos, como el hecho de que algunas personas suelen portar un listón rosa con un importante significado.
El color rememora a los sobrevivientes de dicha enfermedad que participaron en un maratón de Estados Unidos. A finales de 1990, la fundación Susan G. Komen regaló gorras rosadas como símbolo de resistencia.
De ahí que a octubre se le conozca como el «mes rosa» y en el que se busca visibilizar las causas, medidas de prevención y la importancia de una detección temprana.
De acuerdo con la American Cancer Society, el cáncer de mama puede originarse en uno o en ambos senos. Se produce cuando las células empiezan a crecer de forma descontrolada, ocasionando masas, bultos o tumores en los tejidos.
Un pequeño número de cánceres comienzan en otros tejidos del área, a estos se les denomina sarcomas y linfomas, y no suelen ser vistos o considerados como cánceres mamarios.
El cáncer de mama es una enfermedad silenciosa ya que no siempre muestra signos y síntomas, por ello se recomienda que las mujeres se realicen una autoexploración física para detectar anomalías.
Existen diversos factores que influyen en su aparición, entre los que destacan: antecedentes familiares, menstruación antes de los 12 años, menopausia tardía o embarazos entre los 35 y 40 años, explica el Instituto Mexicano del Seguro Social.
En este contexto, algunas de las medidas que reducen las probabilidades de desarrollarlo son:
Tener un peso adecuado
Llevar una alimentación saludable
Realizar actividad física diaria
Evitar consumo de alcohol y tabaco
Evitar uso prolongado de hormonas
¿Cuáles son señales de alerta del cáncer de mama?
El Centro para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos indica que, aunque esta enfermedad requiere de estudios médicos para su diagnóstico y tratamiento, el ejercicio de autoexploración permite identificar posibles señales como:
Un bulto nuevo en la mama o la axila
Aumento del grosor o hinchazón de una parte de la mama
Irritación o hundimientos en el seno
Enrojecimiento o descamación en la zona del pezón
Hundimiento del pezón o dolor
Secreción del pezón, que incluso puede ser sangre
Cambio en el tamaño o la forma de la mama