Para este año se avizora una recesión económica en caso de que las autoridades no se pongan las pilas para ponerle un freno a la situación, advirtió la presidenta del Colegio de Economistas, Dafne Viramontes Órnelas.
En este sentido, indicó que México atraviesa por una desaceleración económica que potencialmente se puede llegar a convertir en recesión, debido a la incertidumbre del marco económico por el ambiente laboral e inversión.
Existen factores nacionales como la reforma al Poder Judicial, los recortes presupuestales y el déficit fiscal que han contribuido en el incremento de la incertidumbre de la política económica. En los internacionales son las restricciones comerciales, los aranceles, la desaceleración del consumo, que es uno de los principales detonantes de la actividad económica durante el 2025.
Y apuntó que dentro de los países que forman parte del G20, México es el que tendrá un decrecimiento para el 2025 de 1.3%.
La especialista apuntó que los gobiernos con un mayor margen fiscal podrán hacer frente a través del endeudamiento para invertir en programas de apoyos al desempleo o en infraestructura para incentivar el crecimiento de sectores como el de la construcción.
Subrayó que aún no se puede estar hablando de una recesión porque se debe tener una caída en el indicador global en el primer y segundo trimestre del año, pero, sin embargo, ya se están prendiendo las alarmas.
Dafne Viramontes destacó que tanto gobierno y como familia se puede tomar algunas acciones para tratar de evitar la recesión económica y ante una mayor incertidumbre económica a la que se enfrenta América del Norte es probable que exista una caída en la inversión, en el consumo privado, “que ya los aranceles sean o no implementados ya están teniendo un impacto en la actividad económica a nivel nacional”.
Asimismo, dijo que la desaceleración del consumo interno podría afectar a sectores como el comercio y servicios, que podían ser el sostén de la actividad económica.