Dado que un político nunca cree lo que dice,
se sorprende cuando otros le creen.
Charles de Gaulle
Estamos a 26 días de que se celebren las elecciones, y en redes sociales y medios electrónicos se publicitan los candidatos con promesas que van de lo inverosímil al rayano cinismo, mientras que otros ofrecen lo que no compete al ámbito del cargo por el que demandan el voto. Ofrecen y firman ante Notario Público sus promesas, sabedores de que no tiene ningún carácter coercitivo, es decir, simple y sencillamente manifiestan ante un fedatario público (Notario) sus compromisos, pero no existe un mecanismo legal que mandate la ley para exigir su cumplimiento, éste se da mediante los Planes de Desarrollo sexenales o trianuales que se presentan al inicio de un Gobierno, estos sí son de cumplimiento obligatorio, pero aun así tiene veredas legales para evadirlos, verbigracia la pandemia, que le otorgó al presidente Andrés Manuel López Obrador la salida perfecta “tan bien que íbamos, y que nos llega la pandemia”. Ofreció un crecimiento sostenido del 4%, “porque así se generarían empleos y bienestar”, sin embargon de acuerdo con el INEGI, el año 2019, primero de su Gobierno, no hubo crecimiento, por lo contrario, generó una contracción del 0.1%. Para justificar su desatino aseguró que no le importaba mucho ese indicador, pues consideró que hay bienestar, y punto. Ofreció pacificar al país en un año, al término solicitó una prórroga de otro año, entrando el tercer año (2021) argumentó que por la llegada de la pandemia del Covid-19 se da por nulo el año pasado, ‘no cuenta’ argumentó. La aseveración desde luego carece de veracidad, México se desplomó en generación de empleo, inversión, crecimiento, incrementaron los delitos y no se acabó la corrupción. ¿Quién le ha demandado el incumplimiento de sus promesas?
Enrique Peña Nieto decía “te lo firmo y te lo cumplo”, en Aguascalientes firmó su compromiso de construir el libramiento ferroviario hacia Guadalajara, nunca lo cumplió, a la fecha es un simple anhelo, y nadie le demandó el incumplimiento.
Felipe de Jesús Calderón Hinojosa ofreció “un México tranquilo, en paz, con un acuerdo migratorio con Estado Unidos, un millón de empleos, un crecimiento anual del 7%”. No lo cumplió, los homicidios dolosos y víctimas colaterales del enfrentamiento con las bandas de la delincuencia organizada fueron las constantes de su sexenio, no cumplió la meta de generación de empleos y nunca crecimos al 7%. ¿Quién le demandó el incumplimiento de las promesas?
Vicente Fox Quesada, otro Presidente dicaz, ofreció resolver el conflicto del levantamiento armado de los Zapatistas en Chiapas, “en 15 minutos”, concluyó el sexenio y siguen en ‘armas’. ¿Quién le demandó el incumplimiento de su balandronada?
Las hay atrevidas como la realizada por el entonces candidato independiente al Gobierno estatal de Nuevo león, Jaime Rodríguez Calderón, “El Bronco”, quien ofreció “mochar las manos a los políticos corruptos” como en Singapur. Pero al llegar al Gobierno mediante argucias (chicanas jurídicas, dicen los leguleyos) permitió que su antecesor Rodrigo Medina de la Cruz, acusado de peculado, no fuera a la cárcel, menos que le mocharan las manos. ¿Quién le ha demandado su falta de palabra?
Otra propuesta que raya en la estupidez, aunque fue recibida con beneplácito, fue la de Valentina Treviño, candidata independiente a diputada federal por el IV Distrito de San Nicolás de los Garza en Nuevo León, ella prometió bajar el precio de la cerveza en su Estado porque está más cara que en el resto del país debido a los impuestos: “es justo que a toda la raza le alcance el dinero para disfrutar de una cervecita”. No ganó la elección, la cerveza sigue cara y ‘la raza’ no sabe a quién demandar el incumplimiento de la promesa de campaña.
“De que te cumplo, te cumplo” fue el eslogan utilizado en campaña por el actual mandatario Martín Orozco Sandoval para intentar recuperar la palabra perdida por su reiterado incumplimiento a los acuerdos que celebraba. Está en la postrimería de su sexenio y ya no cumplió entre otras promesas la construcción de una nueva Central Camionera, ¿quién le ha demandado el incumplimiento?
Ya entrando en materia de promesas de los actuales candidatos, Gabriel Arellano, candidato a Presidente municipal por la capital del partido Movimiento Ciudadano, firmó en presencia del Notario Público número 9, Jesús Ávila Guel, su compromiso para resolver la problemática del agua y quitar a Veolia la concesión de la operación de las redes de aguas. ¿Cómo creerle a Gabriel si cuando fue Presidente municipal por el PRI fue capaz de botar la Presidencia Municipal a los dos años de su Gobierno? Y nadie le reclamó que tirara el arpa de la Presidencia Municipal.
Luis Armando Reynoso Femat, candidato a Presidente municipal por la capital del partido Fuerza por México, ofreció a la organización ‘Mujeres Construyendo’, conformado en su mayoría por mujeres empresarias de la industria de la construcción, su compromiso para otorgar un “cierto porcentaje de licitaciones a empresas representadas por mujeres”. ¿Cómo creerle si él y su hijo fueron los principales beneficiarios de las obras públicas? ¿Cómo confiar en un hombre que fue sentenciado a cárcel y el pago del tomógrafo que nunca compró?
Luis Enrique García López, ‘Quique Galo’, candidato a diputado local por el PAN, propone que de llegar al Congreso (llegará) elevará el salario de los policías municipales y mejorará las condiciones de trabajo de los celosos representantes de la ley. ¿Qué no viene de ser legislador? ¿Por qué no lo hizo durante su ejercicio como diputado? ¿Cómo creer que ahora sí volteará a ver a los policías?
¿Dónde se almacenan las promesas lanzadas? ¿En qué ventanillas se reclaman las incumplidas?